SUN-AEE
MADRID, ESPAÑA.- Lleva 40 años en el mundo de la música y sin embargo Tania Libertad tenía un sueño: cantar en el teatro Albeniz de Madrid.
A lo largo de su carrera ha actuado en el prestigioso teatro Olimpia de París o el Lincoln de Miami. Sin embargo, nunca había pisado un teatro español y menos el Albeniz, el lugar donde han cantado sus ídolos.
El jueves, Libertad cumplió su sueño. En entrevista la cantante peruana naturalizada mexicana habló de su nuevo trabajo, Negro Color, un disco del que en México ha vendido 50 mil copias; hizo balance de sus 40 años de carrera, que se cumplen este año; y los 25 viviendo en nuestro país.
-Hablemos de Negro color. En él hay una mezcla de raíces afroperuanas y ritmos variados y la voz se convierte en el elemento principal.
-Sí. El anterior, Costa Negra, eran ritmos peruanos pero éste tiene ritmos de otras partes de Sudamérica, hay canciones con el candombe (uruguayo) mezclado con samba brasileña, otra tiene una base de fado, otras son temas conocidos trasladados a ritmos distintos, como Dos Gardenias que saco del bolero y la llevo al soul. Es un disco bastante maduro en el que avanzo en muchos sentidos. Yo creo que es uno de mis mejores discos.
-¿Y el público lo ha entendido?
-Sí. Lo más curioso es que el público mexicano no tiene cercanía con la música negra. Además, la música negra no se vende en México, ni siquiera la salsa ni el reggae. Y sin embargo, las críticas han sido muy buenas.
-Ahora lo presenta en Madrid, ¿cómo cree que el público lo reciba?
-Espero que bien. Siempre que he venido a España me han tratado muy bien, aunque esta es una ocasión especial porque lo hago en el teatro Albeniz, que es un lugar en el que siempre he querido actuar. Primero porque es un lugar lindo, es como si cantaras en un templo, en un lugar en el que se tiene que dar una mística y una magia muy rica, porque es un lugar sagrado. Y segundo, porque es un teatro en el que cada vez que venía a Madrid soñaba cantar.
-Sin embargo, usted ha actuado en lugares tan importante como el Olimpia de París.
-De hecho ahí di uno de mis mejores conciertos junto con Bebo Valdés y Diego "El Cigala". Un concierto muy lindo en el que se hizo un silencio maravilloso pese a que había más de 2 mil personas.
-Usted lleva 40 años cantando y 25 viviendo en México. ¿Se siente artista mexicana?
-Me siento artista latinoamericana, porque creo que Latinoamérica es una sola. Las raíces musicales son las mismas.
México es el país más parecido a Perú: se come comida fuerte, bebida fuerte, se ama fuerte, me siento muy bien allá. Cuando miro para atrás, veo que México es toda mi vida, que México me lo ha dado todo. Allí se produjo el gran cambio en mi vida personal y profesionalmente. Allí tuve a mi hijo, tengo mi pareja desde hace 22 años, allí triunfé...
-¿Recuerda cuándo llegó?
-Sí. Me contrataron la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) para cantar en las escuelas.
-Eran proyectos maravillosos que ya no hay.
-Contrataban jóvenes de todos lados, tenías que hacer un examen para ver si les interesaba tu música a los estudiantes y si lo pasabas te mandaban un mes a Chiapas o a Nuevo León; te la pasabas recorriendo el estado. A veces llegábamos a lugares donde no había ni luz y teníamos que encender los faros de la combi para que la gente nos viera actuar. Por supuesto, cuando llegábamos la gente no sabía quiénes éramos, pero al final nos tenían mucho cariño hasta el punto de que ese público que me descubrió ahí, ahora compra mis discos.
-Tendrá muchas anécdotas.
-Sí. Me acuerdo una vez en un pueblo de campesinos, que terminábamos las canciones y no nos aplaudían, así una y otra vez. Estábamos muy extrañados. Tras hora y media de concierto seguían sin aplaudir. Al acabar entró el maestro rural y dijo: "¡Que éxito!". Y yo le respondí que cómo decía eso, si no nos habían aplaudido ni una sola vez. "Es que aquí no aplauden", me respondió. "Pero si se han quedado sentados es porque les gustó demasiado".
-¿Cambiaría algo dentro de su carrera?
-No me arrepiento de nada. Las dificultades me hicieron crecer como artista. Soy de esas pocas artistas que el público mexicano adopta y cuando te adopta es para siempre. Y eso se agradece, sobre todo ahora que surgen 80 artistas al día y son productos desechables. Por eso, nunca dejaré de dar las gracias a ese país que me lo dio todo y en el que soy tan feliz.
NOTA REL
Apasiona
La voz de la cantante peruana Tania Libertad despertó todo tipo de pasiones entre los más de 300 asistentes que se desbordaron en aplausos durante el concierto que ofreció esta noche en el Teatro Albeniz de esta capital.
La noche conoció una combinación de ritmos africanos, valses y festejos peruanos, boleros y rancheras, marcados por el timbre característico de la voz de Tania y seis excelentes músicos.
A lo largo del espectáculo el público, en parte mexicano, y en parte peruano y la mayoría españoles, fue descubriendo poco a poco los matices que Tania desenvolvió entrelazados con el ritmo, la melodía y la armonía de cada pieza.
La cantante abrió su presentación con Se Equivocó la Paloma, con letra del poeta español Rafael Alberti para enseguida inundar el escenario con Ritmo Negro.
Tres momentos provocaron la aclamación in crescendo del auditorio. Apenas Tania pronunció Estoy en el rincón de una cantina... los aplausos emergieron al reconocer la canción mexicana, sólo superados por la reacción al escuchar Deja que Salga la Luna.
Pero el momento más intenso fue en el encore; seguidoras mexicanas le pedían Concierto para una Sola Voz y Gracias a la Vida, mientras fans peruanos clamaban por Cantamarina, canción que la dio a conocer en Perú cuando era niña.
El repertorio incluyó un homenaje al poeta uruguayo Mario Benedetti, en el que Tania evocó el poema Papel Mojado que interpretó y grabó por primera vez con el cantante español Joan Manuel Serrat.
Con ríos, con sangre, con lluvia o rocío, con semen, con vino, con nieve, con llanto, los poemas suelen ser papel mojado, deslizó Tania conmovedora.