Fuentes oficiales citadas por The New York Times dijeron que existe preocupación de que terroristas ingresen al país mezclándose con indocumentados y narcotraficantes.
Nueva York (Notimex).- Informes de los servicios estadounidenses de inteligencia señalan que miembros de Al Qaeda podrían tratar de usar la frontera con México para entrar a Estados Unidos, publicó hoy el diario The New York Times.
Aunque sin brindar evidencias de que tales esfuerzos hayan tenido lugar, fuentes oficiales citadas por el diario dijeron que existe preocupación de que posibles terroristas puedan ingresar al país mezclándose con inmigrantes indocumentados y narcotraficantes.
"La frontera sur está literalmente en estado de sitio", dijo Solomon P. Ortiz, representante demócrata por Texas, en una reciente audiencia del Congreso.
Añadió que "hay una posiblidad real de que terroristas, particularmente fuerzas de Al Qaeda, pudieran explotar una serie de huecos en nuestro sistema policial".
El diario señaló que mientras el gobierno en Washington ha prometido incrementar la protección contra el terrorismo asegurando las fronteras, la Patrulla Fronteriza aún no ha logrado "control operacional" en el sur, donde sus agentes hacen uso de recursos como patrullajes a caballo, sensores bajo tierra y helicópteros.
"Hemos tenido éxitos. Pero tenemos algunos vacíos (en la frontera), algunos problemas serios", dijo Kevin Stevens, subjefe de la corporación en el sector de Tucson, Arizona.
La Patrulla Fronteriza ha intensificado sus esfuerzos a lo largo del último año, dando inicio a una campaña llamada Iniciativa de Control Fronterizo en Arizona, por ejemplo, y haciendo prioritaria la vigilancia con "una probabilidad sustancial de arrestar terroristas".
Nuevas cámaras digitales vigilan las ciudades en casi toda la franja fronteriza, y se han colocado sensores en elevadas barreras fronterizas para detectar a quienes traten de trepar o hacer agujeros en ellas.
Incluso se han colocado cámaras en un tubo de drenaje entre la ciudad mexicana de Nogales y su ciudad homónima en Arizona. Para la Iniciativa de Arizona se han asignado aviones no tripulados y se han colocado sensores de movimiento y cámaras más avanzadas.
El gobierno del presidente George W. Bush espera que esto derive en una inversión de dos mil 500 millones de dólares a lo largo de cinco años para instalar una nueva generación de equipo de vigilancia y crear lo que denomina Iniciativa Escudo de Estados Unidos.
Pero muchos agentes se preguntan si todo el gasto tiene sentido. En los ocho meses en que se han usado los aviones no tripulados, a un costo de seis millones de dólares, estos aparatos contribuyeron a realizar mil 294 detenciones, equivalentes a menos de 0.5 por ciento del total del pasado año fiscal, dijeron funcionarios.
"Es un ridículo derroche de dinero. Hay muchas cosas de utilidad que necesitamos: más vehículos, más agentes, incluso chalecos antibalas. Pero gastan millones en un avión no tripulado simplemente para recibir buenos comentarios de la prensa", dijo un agente.
La alerta mas específica acerca de la frontera sur se produjo en agosto pasado, cuando la FBI advirtió que Adnan el Shukrijumah, un piloto saudita de quien se cree que examinó la Bolsa de Valores de Nueva York para un posible ataque, fue avistado en Honduras y se creyó que podría tratar de ingresar a Estados Unidos desde México.
En meses recientes se ha reportado un preocupante aumento en el número de arrestos en la categoría de "no mexicanos" a lo largo de la frontera suroeste, indicó el rotativo.
La cifra de tales arrestos alcanzó 41 mil 360 este año fiscal, un aumento de más de 100 por ciento respecto al periodo correspondiente del periodo anterior.
Más de 90% de esas personas eran de países latinoamericanos, dijeron fuentes de la Patrulla Fronteriza. Pero el pasado año fiscal, 682 fueron designados "extranjeros de interés especial" porque venían de países con activa presencia terrorista.
En algunos casos, personas de Oriente Medio, luego de pagar a contrabandistas para obtener su ayuda, adoptan nombres mexicanos para ocultar su identidad, según declaró al Congreso el director de la FBI, Robert Mueller, a principios de marzo.