El árabe pretendía llamar la atención para pedir que su familia fuera trasladada al país europeo
EFE
BERLÍN, ALEMANIA.- Un iraní armado con dos cuchillos mantuvo en vilo a Alemania durante cinco horas tras retener como rehenes a cuatro muchachas, de entre 11 y 16 años de edad, en el sótano de un edificio de la ciudad de Ennepetal, en el norte de Westfalia, al oeste de Alemania.
El individuo, de 50 años y al parecer peticionario de asilo en Alemania, fue reducido por un grupo especial de la Policía, que irrumpió en la vivienda y logró liberar a las muchachas, una de las cuales sufrió heridas leves de cuchillo.
El agresor resultó asimismo herido levemente, informaron fuentes policiales. El desenlace del secuestro fue incruento, pero pudo terminar en drama puesto que en la casa donde se refugió había un armario con varias armas, así como un barril de gasolina.
Según parece, el propósito del ciudadano iraní, que está acogido en un albergue de Ennepetal, era llamar la atención sobre la situación de su familia en Irán y pedir que se autorizase a sus hijos a reunirse con él en Alemania.
Antes de cometer su acción el autor del secuestro había dejado escrita una carta en su idioma para explicar sus motivos, aunque la Policía alemana esperará a los interrogatorios del detenido antes de dar a conocer más detalles.
El secuestro empezó sobre las 12:25 de la mañana, poco después de que el ciudadano iraní subiese al autobús de línea en el que viajaba el grupo de escolares.
De repente, el individuo sacó uno de los cuchillos y obligó al conductor y a diez de los muchachos a bajarse con él.
Seis de los rehenes lograron escapar, así como el conductor, tras lo cual el individuo ató a las cuatro muchachas y las hizo entrar en una vivienda cercana en el momento en el que salía de la casa su inquilina, que asimismo huyó.
Según relató uno de los muchachos del grupo, el iraní mostró en todo momento serenidad y ellos pudieron escapar sin grandes dificultades. El conductor pudo advertir a la Policía por teléfono de lo ocurrido.
Un fuerte contingente policial rodeó de inmediato la vivienda, situada en una zona residencial de casas unifamiliares. La Policía logró entrar en contacto con el secuestrador y empezó a negociar con la ayuda de un psicólogo, que sin embargo no consiguió hacerle desistir.
Finalmente, el grupo especial irrumpió en el sótano a las 18:05 horas, aprovechando un momento de descuido del iraní.
Según diversos medios, el individuo tenía antecedentes, aunque no se han precisado cuáles.
La Policía apostó desde el primer momento por mantener la calma, puesto que los muchachos que escaparon habían descrito a su captor como un individuo tranquilo, y buscaron la forma de dialogar con él.
Según uno de los escolares que huyeron, el propósito del iraní era protestar contra la política del Gobierno Álemán en relación a su país de origen.
En las cinco horas que duró el secuestro se temió un desenlace parecido al drama vivido en abril de 2002 en el Instituto Gutemberg de Erfurt, este del país, cuando un ex alumno del centro de 19 años irrumpió en el colegio y asesinó a tiros a 16 personas, en su mayoría profesores, para después suicidarse.
