EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La fuerte discusión que sostuvo con su mamá, quien le reprendió por no dejar el alcohol y las drogas, fue el motivo que tomó Cruz Javier Contreras Aparicio, para quitarse la vida, ahorcándose con un cable eléctrico en el interior de una habitación, en su domicilio de la colonia J. Luz Torres.
Liliana López de la Cruz, agente en turno del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, mesa tres, acudió hasta la vivienda ubicada en calle Benjamín Torres, manzana 23, lote 18 de la colonia en mención, donde Natalia Aparicio Ontiveros, de 56 años, encontró el cuerpo sin vida de su hijo.
La afligida madre, manifestó a la representante social que su hijo Cruz Javier Contreras Aparicio, tenía 32 años de edad y residía en el mismo domicilio junto con otro de sus hijos, del cual no se proporcionó su nombre.
Debido a que Cruz Javier era adicto a la bebida, así como a la marihuana y el resistol amarillo, Natalia lo regañó a fin de que dejara de una vez por todas esos vicios, a lo que el difunto respondió con palabras soeces de que se trataba de su vida y no quería que nadie se metiera con él.
Luego de varios minutos, donde madre e hijo se dijeron muchas cosas, algunas hirientes, Cruz Javier se retiró a su cuarto, ubicado en la parte de atrás, apartada del resto de la vivienda, donde tomó la determinación de acabar con su vida.
Alrededor de la una de la madrugada del 28 de agosto, Natalia fue hasta el cuarto de su hijo Cruz Javier para ver cómo se encontraba, llevándose fuerte impresión cuando lo vio pendiendo de un cable eléctrico que ató a una de las vigas de madera del techo de la habitación y el otro extremo alrededor de su cuello. Su cuerpo se hallaba en suspensión incompleta (cuclillas).
Al tratar de darle auxilio, se dio cuenta que ya había fallecido, por lo que dio aviso al Ministerio Público que se constituyó para dar fe del cadáver y luego ordenar su traslado al anfiteatro para la necropsia de Ley, tras haber verificado que el suicida no dejó recado póstumo.