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MÉXICO, DF.- Los productores Tina Galindo y Carlos Carrera negaban su nerviosismo: "Estamos seguros de lo que tenemos; Tiaré es una gran actriz y será un éxito".
A cuentagotas, los invitados al estreno de Tiaré Scanda en Cabaret, llegaban al teatro de los Insurgentes. Algunos maldecían el segundo piso de Periférico, otros agradecían la eficiencia del Metrobús, pero todos llegaban empapados por el aguacero que cayó la noche del jueves en la ciudad de México.
Entre los invitados, la actriz Alessandra Rosaldo explicó a la prensa, por enésima vez, que no tiene conflictos con su ex pareja Ernesto D? Alessio.
El director de cine Daniel Gruener anunció que está a punto de concretar su próxima película. Susana Zabaleta explicó que es tan amiga de Tiaré, que incluso estaba más nerviosa que ella. Y Julio Alemán apuntó que la anterior Sally Bowles, Itatí Cantoral, era muy buena, pero que esperaba cosas distintas con Tiaré.
A las nueve de la noche, con tres cuartos de teatro, se dio la tercera llamada. Tiaré Scanda demostró primero que su voz es más potente, luego que la expresión de su rostro es más maleable y por último que su cintura puede ser más sensual.
Además, este debut también fue aprovechado por el director Felipe Fernández del Paso para realizar cirugía mayor al montaje. Le quitó una hora, desapareció escenas y modificó sustancialmente algunos trazos escénicos. ¿Dónde está el trapecio donde se columpiaba Itatí?, preguntaban quienes habían visto la puesta anterior. Antes, Cabaret duraba cerca de tres horas y media, ahora apenas rebasa las dos horas. Felipe Fernández ganó en dinamismo pero perdió en impacto de algunas escenas.
La ovación del público cesó, los pocos asistentes especiales que aplaudieron de pie (Azela Robinson, Susana Zabaleta y Daniel Gruener) se sentaron y salieron poco a poco del teatro de Los Insurgentes con la idea firme de que su amiga había tenido un excelente debut.
Después de los aplausos y las porras, algunos amigos de Tiaré se subieron al escenario para felicitarla. Mientras esperaban que regresara del camerino, uno de sus amigos, Rafael Inclán bailaba como cabaretera de la Alemania nazi, justamente la época en que está ubicado este montaje que fue famoso por haber sido filmado con Lisa Minelli en el papel de Sally Bowles.
Antes de saludar a sus amigos, Tiaré explicó a los reporteros que en efecto la puesta tuvo cambios importantes. "El trapecio desapareció porque Felipe decidió que era mejor recuperar la escena original de la película, donde el baile ocurre con una silla y no en un trapecio". Cerca de la medianoche, los amigos de Tiaré se despidieron.
Confiaron .
Tiaré Scanda se agachó para recoger algunas rosas blancas que el público arrojó al escenario. Se dio la vuelta y salió con frondosos contoneos de cintura. Tenía las pestañas más largas del mundo y un manicure perfecto.
Volvió al escenario para mandar un beso, las luces del Cabaret iluminaban su rostro y otra vez caminó moviendo la cintura de izquierda a derecha.
Adentro del teatro, Tiaré regresó al escenario. Ya no había luces de Cabaret ni rosas blancas en el escenario. La actriz, ya sin las pestañas y sin contonear la cintura, explicó la diferencia entre la Tiaré del "Cabaret" y la de la vida real.
"Ustedes saben que yo siempre he procurado mantenerme al margen del glamour que representa ser una estrella. No me gustan ese afán por parecer todo el tiempo una mujer bella y perfecta. Y sin embargo, Tina Galindo (la productora) me dio la oportunidad de ser Sally Bowles en esta obra, le apostó a una actriz".
Tiaré saludó a una pareja, vecinos suyos, que tienen 40 años de casados; luego retomó la idea de la diferencia entre una estrella y una actriz: "Tina creyó que yo puedo disfrazarme de una cabaretera glamorosa con el manicure perfecto, es decir, ser una estrella. Le prometo a ella y a toda la compañía que haré mi mejor esfuerzo para triunfar, junto con ellos".