EL SIGLO DE TORREÓN
De manera unánime ha sido bien vista la contratación de Benjamín Galindo como director técnico de Santos Laguna para los dos próximos torneos, la medida puede ser un aspecto que ponga fin a una serie de acciones y actitudes equivocadas, que se iniciaron cuando los propietarios de la franquicia decidieron venderla a Carlos Ahumada Kurtz, sin tomar en cuenta a los empresarios laguneros, quienes pudieron haberse interesado.
Las acciones negativas se acumularon hasta convertir a Santos Laguna, de un equipo protagonista, espectacular y de buen futbol, en un cuadro cómodo para cualquier rival, que incluso en el Estadio Corona lograba sacar tres puntos.
Decisiones como cesar a Fernando Quirarte y ahora a Eduardo de la Torre no parecen ser las más adecuadas, como tampoco lo fueron el traer a varios jugadores que nada vinieron a aportar a la institución. En cambio sí se marginó a elementos de buenos resultados probados, que hoy en otros equipos dan muestras de su capacidad.
Los directivos aceptaron su responsabilidad en la salida de “Yayo” de la Torre cuando faltaban tres jornadas y aún había posibilidades de calificar; entonces, a quienes tomaron esa decisión se debe en gran medida que hoy los laguneros vean la liguilla por televisión.
El tiempo indica que haber contratado a Jorge Vantolrá sólo por tres partidos fue muy perjudicial para el equipo, sobre todo después de la pobre exhibición de futbol y deseos que se brindó en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en la última jornada del Apertura 2005. No es necesario conocer a fondo el balompié para saber que los jugadores, más que estar en la liguilla querían terminar su compromiso e irse a casa, con la esperanza de que Jorge Vantolrá no permaneciera en el cargo.
Dar preferencia a los medios de información de la capital del país sobre los de la Comarca ha sido otra constante de la directiva de Santos Laguna, que así deja en segundo término a quienes día con día están pendientes del desempeño del equipo en sus diferentes niveles. Cuando aquí ya se podía intuir la salida de Eduardo de la Torre, José Antonio Noriega pidió que se le llamara tres horas más tarde por encontrarse muy ocupado, sin embargo, El “Tato” sí tuvo todo el tiempo para conceder una entrevista telefónica a un noticiero de radio que diariamente se transmite desde el Distrito Federal.
No era la intención de la directiva albiverde dar a conocer la salida de Eduardo de la Torre, sino hasta el día siguiente de su cese, no obstante, la insistencia de El Siglo de Torreón hizo que los planes cambiaran, lamentablemente ya hasta tres medios de comunicación de la Ciudad de México conocían la información con carácter de oficial.
Quienes a lo largo de más de una década han desempeñado la labor periodística en la fuente del futbol, han sido víctimas de la “juntitis” que padecen los directivos de Santos Laguna, debido a que generalmente cuando se les requiere para alguna información oficial, sólo dicen que “están en junta”.
Hoy, con Benjamín Galindo al frente, Santos Laguna puede iniciar el camino hacia las alturas, en donde todos sus seguidores desean verlo. Un buen cuerpo técnico es esencial en los resultados positivos, pero también lo es la correcta elección de los refuerzos, esos que hoy aparentemente se observan en Argentina. Un director técnico, por mucho conocimiento que tenga, difícilmente entregará buenos dividendos si carece de un plantel de calidad y con suficientes jugadores de jerarquía.
La elección de los refuerzos que vendrán es tan importante como el seguimiento que se dé a los jóvenes como José Antonio Olvera, René Carrillo, Gerardo de Luna, Rafael Figueroa, Armando Gallegos, Rafael Grimaldo y algunos más. De seguir esa labor conjunta de Mauricio Peña y Eduardo de la Torre, así como los entrenadores de fuerzas básicas, a corto plazo Santos Laguna tendrá una de las mejores canteras del futbol mexicano y los extranjeros servirán para apuntalar la base mexicana.
Santos se debe a los laguneros, aquí se les ha apoyado siempre en las buenas y en las malas, por lo que los primeros con derecho a enterarse de lo que sucede en el seno de la organización deben ser precisamente la prensa y los aficionados de la región.
Hoy se abre una vez más la esperanza de tener tiempos mejores, ha llegado la hora de enmendar el camino y dar pasos firmes hacia lo que los laguneros quieren de su equipo, un Santos que sea protagonista dentro y fuera del Estadio Corona.