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ROMA, ITALIA.- Aspectos controvertidos del Pontificado de Juan Pablo II, como su condena a la teología de la liberación o posiciones conservadoras sobre ética sexual, deben ser analizados antes de su beatificación, pidieron ayer 12 teólogos críticos.
El texto de los teólogos, titulado “Un llamado a la claridad”, fue presentado a la prensa por el ex abad de la Basílica romana de San Pablo Extramuros, Giovanni Franzoni y por el teólogo italiano Giulio Girardi.
Fue también suscrito por los españoles Juan José Tamayo, Jaume Botey, Casimir Martí, Ramón María Noguez, Rosa Cursach y Casiano Floristán, el salvadoreño José María Castillo, los italianos Filippo Gentiloni y José Ramos Regidor y la austriaca Martha Heizer.
Todos ellos enlistaron siete puntos “críticos” que en su opinión desfavorecerían el proceso de beatificación de Juan Pablo II, iniciado el pasado 28 de junio y actualmente en fase diocesana en Cracovia, Polonia.
Señalaron como puntos negativos del Papado de Juan Pablo II la marginación de teólogos y religiosos, en particular los vinculados a la Teología de la Liberación en América Latina, las posiciones conservadoras en ética sexual, el celibato y el papel de la mujer en la Iglesia.
Asimismo, se refirieron a la tolerancia ante abusos de regímenes dictatoriales en Latinoamérica y las “turbias maniobras” financieras del Instituto para las Obras Religiosas (IOR, el banco vaticano), mezclado en los años 80 en la quiebra del Banco Ambrosiano.
Recordaron “la represión y marginación ejercida sobre teólogos, teólogas, religiosas y religiosos, mediante medidas autoritarias de la Congregación para la Doctrina de la Fe”. También “la tenaz oposición a reconsiderar, a la luz del Evangelio, de las ciencias y de la historia, algunas normativas de ética sexual que, durante un Pontificado de más de 26 años, manifestaron toda su contradicción, limitación e insostenibilidad”.
La “dura reconfirmación del celibato eclesiástico obligatorio en la Iglesia latina” ignora “la difusión del concubinato entre el clero en muchas regiones y soslayó, hasta que estalló públicamente, la devastadora plaga del abuso de menores por parte de eclesiásticos”.
Recordaron que en los años 80 El Vaticano impidió que las autoridades italianas pudieran aclarar “plenamente” las “oscuras” implicaciones del IOR con el “crack” del Banco Ambrosiano.
Los teólogos también denunciaron “la reafirmada indisponibilidad del Pontífice y de la Curia, por él guiada, a abrir un real y serio debate sobre la condición de la mujer en la Iglesia católica romana”.
Se refirieron al abandono de El Vaticano hacia el arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980.
Recordaron la “debilidad” vaticana hacia dictaduras, como las de Chile o Argentina, que causaron la muerte de “laicos, hombres y mujeres, religiosos y religiosas, sacerdotes y obispos que denunciaban las estructuras de pecado de los regímenes políticos dominantes”.
Franzoni llamó a aquellos que dan una calificación negativa del Pontificado de Juan Pablo II a firmar el documento “Un llamado a la claridad”, ante el vicariado de Roma.
Ello, dijo, sin dejar de considerar los aspectos positivos, como el compromiso por la paz o la admisión de las culpas históricas “de los hijos y las hijas de la Iglesia”.