Burj Al Arab, un enorme velero de cristal, es hoy la obra de ingeniería más impresionante
SUN-AEE
DUBAI, EMIRATOS ÁRABES.- Como una gran vela, pero hecha de cristal, se erige a las orillas del Golfo Pérsico la más asombrosa obra de ingeniería y arquitectura de los últimos años en el ámbito hotelero.
Se trata del Burj Al Arab, ubicado en Dubai, capital de los Emiratos Árabes Unidos y considerado por la organización World Travel como el hotel más lujoso del mundo.
El Burj Al Arab fue construido sobre una isla hecha por la mano del hombre y conectada a tierra firme por una estrecha vía. La obra se encuentra sostenida por pilares ubicados a 40 metros bajo el nivel del mar y fue ejecutada con técnicas usadas por primera vez en el mundo en la construcción de edificios. Su extraordinario servicio se aprecia desde que el huésped es transportado en limusina desde el aeropuerto hasta el hotel, en donde tendrá que pagar hasta 12 mil 500 dólares por noche.
El ingenio de los despachos de arquitectos WS Atkins and Partners y la tecnología más avanzada le dieron la séptima estrella de excelencia hotelera, pues cinco no fueron suficientes para distinguirlo.
Es también el hotel más alto del mundo: se eleva 300 metros.
Sus 202 habitaciones destacan no sólo por su vista al mar sino por el lujo en su decoración, ya que algunas tienen marcos de espejos y muros bañados en oro, además de contar con camas giratorias, cine privado y automatización de luces, ventanas, persianas y audio.
Cada uno de los pisos cuenta con su propia recepción, para evitar colas y trámites que retrasen al usuario.
El recinto también ofrece un spa en el piso 18 con vista al mar, en donde se brindan hidroterapia y masajes orientales y cuenta con dos piscinas, dos gimnasios y otros servicios.
En cuanto a entretenimiento y gastronomía se puede disfrutar de varias opciones: el restaurante Muntaha tiene lo mejor de la comida mediterránea; el Al Mahara, destaca por haber sido creado bajo el mar y ofrece una sorprendente vista submarina.
En esta obra se aprecia una nueva forma de emplear el vidrio, que se mezcla con poliéster y así se vuelve más maleable y pueden dársele formas caprichosas, como sucedió en la fachada.