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Se han registrado en dos años siete homicidios, una desaparición forzada y múltiples amenazas contra comunicadores.
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MÉXICO, DF.- El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes, señaló que 2004 y 2005 son ?años negros? para el periodismo en México, pues se han registrado siete homicidios, una desaparición forzada y múltiples amenazas contra los comunicadores.
Al presentar una evaluación del programa de Atención de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles, el ombudsman nacional refirió que es más peligroso ejercer el periodismo en México que en Irak, pues allá sólo se han registrado dos muertes de periodistas, uno de ellos en una emboscada y otro por confusión.
Sostuvo que es alarmante que aumente el número de casos relacionados con atentados a la vida y otros derechos humanos de los periodistas, pues ya son frecuentes las amenazas que circulan por vía telefónica, por Internet, mediante anónimos o por gente que merodea en las fuentes laborales y en las moradas de los comunicadores.
Lamentó también que en el discurso se garantice en México la libertad de expresión, pero en los hechos los agravios contra este gremio continúen sin que las autoridades judiciales hagan algo, lo cual es contradictorio.
Soberanes Fernández reiteró que ?en la medida en que no se investiguen estos delitos y amenazas, se está permitiendo una patente de impunidad y se incurre en responsabilidades al omitirse el esclarecimiento de un hecho?.
Asimismo, sostuvo, el asesinato de un periodista coarta la libertad de expresión, por lo que exigió a la Procuraduría General de la República (PGR), aclare el porqué cambió al fiscal que estaba a cargo de la investigación de la desaparición del reportero José Alfredo Jiménez Mota, del diario El Imparcial, de Hermosillo, Sonora.
Señaló que cuando las amenazas o agresiones no provengan de servidores públicos, el Estado mexicano no queda eximido de su obligación de hacer que se investigue de manera exhaustiva el origen de los agravios contra periodistas, a fin de que la autoridad judicial imponga a los responsables las sanciones correspondientes.
Recalcó que en la medida en que no se combatan estos delitos, no se están dando las condiciones que el ejercicio del periodismo exige en una sociedad democrática, criterio que es reafirmado por la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión.
Al respecto, el ombudsman nacional sostuvo que la libertad de acción de los periodistas y de los medios representa una conquista difícil y costosa para la humanidad, pero aseguró que todavía sigue siendo una realidad inconclusa.
Por su parte, el director de Comunicación Social de la CNDH, Guillermo Ibarra, aseguró que los periodistas rechazan que sean los elementos de la Procuraduría General de la República los que los resguarden cuando se dictan medidas cautelares para proteger su vida.
Dijo que ese gremio confía más en la Policía estatal, e incluso en la Secretaría de Seguridad Pública federal, que en los agentes de la PGR.