A pesar de su discapacidad, el joven Vélez Moreno lucha por salir adelante
EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Gerardo Vélez Moreno tiene 27 años y carece de movilidad en sus piernas debido a una embolia que sufrió cuando tenía apenas siete meses de vida, pero ha superado sus dificultades para mantenerse a sí mismo y a su familia.
“Tiene más corazón que uno que está bien”, dice su madre, Herlinda Moreno, “es un luchista, empezó con cuatro chivitas porque siempre le dijimos que los papás ya estamos muy acabados y se iba a quedar solo”.
La familia vive en el ejido Fresno del Sur. Gerardo cría chivas y se traslada de un lado a otro en una bicicleta que maneja con las manos. Con gran destreza, salta de la bicicleta a la silla de ruedas y de aquí a la silla de montar, pues arrea a las chivas en caballo cuando las lleva a pastar.
Para vecinos y amigos, así como los propios funcionarios de la Presidencia Municipal, Gerardo es todo un ejemplo de que con voluntad todo es posible. El joven lo mismo se pone a cortar leña que a cuidar a las chivas, montar a caballo, recorrer el rancho en bicicleta o hacer chorizo de cerdo.
“Con el chorizo tenemos algo de competencia, pero también ya hemos ido haciendo nuestra clientela, todo se nos vende”, manifiesta entusiasmado.
Hace un año, Gerardo planteó su proyecto al sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF), y consiguió que le apoyaran con mil pesos, con lo que se inició en la venta de chorizo. Con un grupo de compañeros con capacidades diferentes, forman poco a poco su carnicería y ya cuentan con vitrina, báscula, vaporera, rebanadora, cuchillos, estufa, molino y mesa de trabajo.
Para el grupo, ésta ha sido una gran oportunidad para autoemplearse, dada la dificultad de encontrar trabajo en el municipio.
En el ejido Fresno del Sur, el DIF Municipal dejó cinco cerdos hembras que están por parir. Una vez que tengan crías, existe el proyecto de entregar un marranito a cada persona con discapacidad en esta comunidad rural para que obtenga recursos de la producción del animal y, cuando tenga crías, el individuo tendrá el compromiso de donar una al proyecto, para que más gente se vea beneficiada con ello.
“Salir adelante, es lo que buscamos”, repite Gerardo, “llevar una vida buena y no quedarnos donde mismo, sino avanzar, sobrepasar los problemas y todas estas cosas”.
