Tokio, (EFE).- La sonda espacial japonesa Hayabusa, que el sábado hizo historia al tomar muestras de un asteroide, corre peligro de no regresar a la Tierra por los problemas surgidos con su sistema de propulsión.
Un portavoz de la JAXA, citado por la agencia de noticias Kyodo, explicó que la Hayabusa está experimentando dificultades con el control de su posición por una fuga de combustible en uno de los dos circuitos de propulsión del ingenio.
Además, el segundo juego del sistema de propulsión no está produciendo el suficiente impulso para reajustar la posición del aparato, por lo cual, si no es posible arreglar este problema, la sonda podría perderse en el espacio entre Marte y la Tierra, donde se encuentra el asteroide Itokawa en el que aterrizó el sábado.
La JAXA ha indicado que está haciendo todo lo posible para este problema se vea solventado antes de mediados de diciembre, cuando vence el tiempo máximo de espera antes de que la sonda deba emprender el camino de vuelta a la Tierra.
La Hayabusa, que en japonés significa "halcón peregrino", mide seis metros de envergadura y fue lanzada al espacio en mayo de 2003, en una expedición espacial que ha costado cerca de cien millones de dólares.
El pasado 26 de noviembre, la Hayabusa se posó por segunda vez en el Itokawa y, según los datos de la JAXA, posiblemente pudo recoger muestras de la superficie del asteroide que revelarán datos clave sobre la historia del Sistema Solar.
El domingo 20 de noviembre, la Hayabusa logró ya tocar durante 30 minutos por primera vez el Itokawa, pero entonces no pudo disparar la bola metálica con la que su sistema de recolección de muestras logra desprender de la superficie del asteroide partículas de polvo y rocas para su recolección.
El sábado pasado, consiguió disparar esa bola de metal de un centímetro de diámetro y, si se confirma que la Hayabusa ha tomado esas muestras, ésta sería la primera vez en la historia de la exploración espacial que una sonda consigue ese tipo de información directa de la superficie de un asteroide.
Sólo se podrá conocer si la Hayabusa tuvo éxito en esta misión cuando haya regresado en junio de 2007 a la Tierra, donde aterrizará en un lugar remoto del desierto australiano.
Este asteroide fue descubierto por científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Estados Unidos, en 1998 y recibió su nombre en honor a Hideo Itokawa, el pionero de la investigación espacial japonesa.
A 290 millones de kilómetros de la Tierra, entre nuestro planeta y Marte, el Itokawa tiene forma de patata, mide 584 metros de longitud y 270 metros de anchura, y los científicos creen que es el resultado del impacto de otros objetos celestes mayores.
Las muestras que pueda traer la Hayabusa podrían desvelar muchos secretos sobre la formación de los asteroides y cuándo tuvieron lugar tales colisiones.
Ahora los científicos de la JAXA y sus colegas de la NASA, que han cooperado en esta expedición con datos, cruzan los dedos para conseguir arreglar los posibles desperfectos que amenazan la vuelta a casa de la sonda.
La Hayabusa dispone de doce motores de impulsión, seis en cada sistema o circuito de propulsión.
Sin embargo, sólo uno de los sistemas de propulsión tiene la capacidad necesaria para controlar la posición y su avería fue descubierta después de que la sonda aterrizara en el asteroide.
Ya el domingo pasado, la JAXA trató de utilizar el otro circuito de propulsión para balancear el aparato, pero no generó el impulso suficiente.
A pesar de que se trata de un problema grave, como reconocieron los científicos de la JAXA, esta agencia confía en que el nivel suficiente de combustible químico de la sonda permita recobrar finalmente la posición de la nave.
Los expertos esperan que el problema sea debido a una válvula cerrada o al combustible helado en uno de los tubos del artefacto, y no a la aparición de una fisura por el aterrizaje sobre el Itokawa.
Actualmente, la Hayabusa se encuentra en "modo seguro" y, según ha explicado la JAXA, aún deberá pasar algo de tiempo antes de que pueda recoger la información necesaria para averiguar el origen y la solución de los males del "halcón peregrino" espacial.