El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Tanto las grandes como las pequeñas empresas cometen los mismos errores al no realizar al interior de sus negocios un cambio de cultura, pero sobre todo de actitud, para ser más competitivos ante una economía globalizada.
En su visita a esta ciudad para impartir un ciclo de conferencias de calidad que organiza la Secretaría de Economía, subdelegación Gómez Palacio, Antonio Saavedra Urbina, consultor acreditado de Compite (Comité Nacional de Productividad e Innovación Tecnológica) afirma que la rutina en que cae un gran número de industrias o comercios impide visualizar los problemas que se presentan y su sencilla solución, por lo que se desatiende en gran medida las necesidades de su principal fuente de ingresos: el cliente.
El entrevistados indica que en México estos casos se repiten por igual en grandes compañías o en microempresas, ya que la primera por el gran número de personal y grandes volúmenes de producción o manejo de mercancías se olvida de mejorar sus procesos de calidad, en tanto la segunda por la inmediatez de sus problemas pocas veces se logra realizar una proyección de producción o de ventas. Cita que es común ver que las empresas hagan esfuerzos, pero sin obtener los resultados esperados.
Ejemplifica que es frecuente ver a repartidores que no tienen una dirección adecuada se lleva un pedido incompleto, representando altos costos para el negocio. De igual modo se realizan cambios al interior, pero por no tener una comunicación adecuada el cliente no las aprecia y por ello no genera mayores ventas.
Una de las principales recomendaciones que hace para aquellos pequeños empresarios que estén abiertos a mejorar su competitividad es el definir los procesos y procedimientos, documentarlos, buscando con ello que el personal dentro de la organización los siga.
Enfatiza Antonio Saavedra, que ello requiere un cambio cultural y de actitud, en donde a la larga se verán los beneficios para el negocio y los trabajadores, por lo que recalca que lo importante es dar el primer paso.
Sin hacer una gran diferencia entre gran industria o microempresa, afirma que las primeras tienen problemas más graves que las segundas debido al mayor personal, producción y distribución que realizan.
Considera que el Compite está siendo desaprovechado, pese a que la metodología está comprobada en varias empresas de la Comarca Lagunera. Señala que de 30 empresas que visitan sólo cinco de ellas los atienden y sólo una de ellas al final es quien toma el taller.
Enfatiza que los pequeños negocios pueden ser competitivos frente a empresas extranjeras al realizar un cambio de cultura al interior, mejorando procesos y procedimientos de la industria o comercio.