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Todo listo en Windsor

Cámaras de televisión, periodistas y agentes del orden están preparados para la boda de Carlos y Camilla

EFE

LONDRES, INGLATERRA.- Windsor vive las últimas horas antes de la boda de Carlos y Camilla, que hoy revolucionará esta pequeña localidad del sur de Inglaterra, donde todo quedará colapsado para ver el enlace real.

Cámaras de televisión, periodistas y agentes del orden han tomado las calles que rodean el castillo de Windsor, donde se celebrará la bendición de la pareja y la recepción tras la boda civil en el Ayuntamiento local.

La cadena BBC, que emitirá en directo el evento, ya ha instalado sus cámaras de televisión, entre ellas 15 en el interior de la capilla de San Jorge, donde tendrá lugar la bendición presidida por el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams.

Cientos de policías están a cargo de este gran operativo de seguridad para proteger a la Familia Real y a sus 700 invitados, y las calles adyacentes al castillo y zona cercana al Ayuntamiento ya han sido valladas.

Mientras Scotland Yard tendrá responsabilidad por la seguridad en el interior del castillo, la Policía de Thames Valley controlará las calles, que estarán cerradas al tráfico a partir de las 06.00 GMT del sábado.

Fuentes de Clarence House, residencia oficial del príncipe Carlos, han admitido que no saben cuánta gente estará en el centro de Windsor, pero algunos curiosos ya han empezado a llegar.

Entre ellos un vagabundo de 48 años que lleva dos semanas durmiendo a la intemperie frente al Ayuntamiento para ser de los primeros que vean a Carlos y Camilla.

Se trata de Phil Ward, quien, con una maleta azul y una bandera británica con la imagen de los novios y un titular de ?Dios los bendiga?, se prepara para ver el enlace.

Ward dijo que el 13 de mayo de 1994 la princesa Diana de Gales le salvó la vida en un lago de Regent?s Park, en Londres, cuando intentó suicidarse.

Ahora, pese a admirar tanto a su adorada Lady Di, quiere estar en Windsor para expresar su apoyo a Carlos y Camilla porque, dijo, ?soy monárquico y apoyo a la Familia Real?.

?Si Diana viviera, daría también su visto bueno, pues quería que Carlos fuera feliz?, afirmó contundente Ward, quien, no obstante, no quiere que Camilla lleve algún día el título de reina. El interés de periodistas de todo el mundo por la boda contrasta con el de la población local, pues son pocas las banderas británicas colocadas en tiendas o casas, si bien los 35 mil habitantes de Windsor viven, en su mayoría, de los ingresos del turismo.

Sólo las tiendas de recuerdos instaladas en las calles adyacentes al castillo medieval han colocado fotos de la pareja, mientras que no se ven banderas ni imágenes de Carlos y Camilla en los negocios en Pescord Street, la principal arteria comercial.

Algunos residentes consultados se mostraron pesimistas sobre los ingresos que tendrán este sábado, pues creen que mucha gente vendrá y se marchará tras la boda, sin gastar nada.

Otros, más animados, esperan que el gran acontecimiento atraiga a turistas deseosos de gastar en los pocos recuerdos que quedan de la boda, como tazas y toallas de mano.

Además, una tienda que ofrece a turistas trajes de época para tomarles fotografías en blanco y negro espera buenos ingresos, como dijo la cubana Daysi Parra Pérez, quien con una gran sonrisa y un vestido rojo del siglo XIX hace su promoción frente al castillo.

Los hoteleros, también, se frotan las manos con este evento, pues se agotaron las reservas poco después de anunciarse el enlace, el pasado diez de febrero, pero se han ajustado tras el retraso un día por coincidir ayer con el funeral del Papa Juan Pablo II.

Las habitaciones fueron reservadas, en su mayoría, por periodistas de todo el mundo, en muchos casos a unos precios que triplicaron la tarifa original.

Julia White, gerente de mercado del centro de información turística de Windsor, dijo que las habitaciones de hotel están prácticamente agotadas en el centro, pero que aún hay algún alojamiento a las afueras de la ciudad.

Faltará firma de Isabel II

Las firmas de Isabel II y su esposo, el duque de Edimburgo, faltarán en el histórico Registro Real, que documenta todos los enlaces y bautismos de la familia real inglesa, tras la boda civil del príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles.

-En el momento en que los 16 miembros de la Familia Real que han comprometido su asistencia a la ceremonia civil en el Ayuntamiento de Windsor estampen su firma en el registro, la reina y el príncipe serán anfitriones de un almuerzo en el vecino castillo en honor de los miembros de las familias reales extranjeras, que asistirán luego allí mismo a la bendición de la pareja.

-Entre esas familias reales tan sólo se menciona a un monarca en ejercicio, el rey Hamad de Bahrein, algunos reyes en el exilio como Constantino de Grecia y su esposa, Anna Maria, y algunos príncipes como Haakon Magnus de Noruega, o Constantino de Holanda, con sus respectivas esposas, entre otros.

-No es la primera vez, señala el diario británico The Daily Telegraph, que falte la firma de la reina en el Registro Real, ya que, por ejemplo, no asistió a la boda del conde de Saint Andrews, hijo del duque y la duquesa de Kent, y tampoco ha estado presente en algunos bautizos.

-Sin embargo, comenta el periódico, esa ausencia en un documento que marca el matrimonio de su primogénito y sucesor por tanto a la Corona británica será un recuerdo indeleble para futuras generaciones de la singularidad de ese matrimonio entre dos divorciados, que ha estado precedido de polémica.

-El príncipe y Camilla Parker Bowles llegarán juntos al Guildhall (Ayuntamiento) de Windsor en un Rolls Royce, Phantom VI, regalado a la reina en 2002 con motivo de sus 50 años en el trono.

-Dentro del recinto los esperarán la treintena de familiares e íntimos que asistirán a la ceremonia civil. Después de que hayan sido declarados marido y mujer, el príncipe heredero y la que será a partir de ese momento su alteza real la duquesa de Cornualles firmarán juntos en el registro, seguidos de sus dos testigos oficiales, el príncipe Guillermo, hijo mayor de Carlos, y Tom Parker Bowles, hijo a su vez de Camilla.

-Desde allí, la pareja y sus 30 invitados se dirigirán al castillo de Windsor para asistir a la ceremonia religiosa de la bendición en la capilla de San Jorge, en la que sí estarán presentes la reina, su esposo y el resto de los cerca de 800 invitados, que incluyen a políticos, actores y otros famosos.

-Sin embargo, según el diario, ni siquiera habrá una bienvenida oficial de la reina para el príncipe y su nueva esposa cuando entren por primera vez en el castillo como marido y mujer.

FUENTE: EFE

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