EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- En la celebración de San Judas Tadeo, diversas viviendas se cubrieron de color con matachines y feligreses que brindaban la reliquia en honor al santo, cada quien con sus agradecimientos y peticiones personales. Las básicas: salud, dinero y amor.
Doña Susanita Ortiz, gomezpalatina de 72 años de edad, cuenta que su reliquia va totalmente desinteresada, pues no pide nada en especial. Sin embargo, reconoce que ?le rezo para que cuide a la familia, es lo único?.
La mujer vive en la colonia Santa Rosa. Dice que ofrece su modesta vivienda para que los vecinos acudan a la reliquia, como agradecimiento a los santos, pues aunque su condición es humilde, nunca le ha faltado el pan en la mesa.
Refiere que gasta 300 pesos en la comida, pero el resto de la gente colabora para el pago a los matachines, que danzan en medio de la calle, al ritmo que marcan sus vestuarios tradicionales donde se mezclan colores azul y amarillo.
Joaquín Benítez, quien tiene 16 años y es estudiante, considera que el objetivo principal de las reliquias es pedirle al santo una ?ayudadita?, pero no para que sea el que cumpla las peticiones de la gente, sino para que le haga llegar el mensaje a Dios, puesto que según algunos historiadores, San Judas Tadeo era primo de Jesús.
Entre los asistentes se escuchan historias que justifican el agradecimiento de las personas a los santos, como la de Patricia Ruiz, una mujer de 54 años que se sobrepuso al cáncer de cervix gracias a la detección oportuna del padecimiento, o el relato de Brenda Martínez, de 52 años, cuyo hijo enfermó de neumonía el año pasado y luego de algunas complicaciones, se recuperó.
La gente llega con sus trastes y humildemente solicitan a la propietaria de la casa que les brinde algo de las siete sopas, que acompañan con guisado y tortillas. A cambio ofrecen a la señora una sonrisa y un tímido ?gracias?.
Todos dicen tener algo que agradecer, desde Adolfo Reyes, adolescente que mejoró su desempeño escolar hasta Mariana López, una joven que logró terminar con su destructiva relación de pareja y Esteban Martínez, quien recientemente recibió un ascenso en el trabajo.
En menos de 30 minutos ya se ha repartido la mayor parte del guiso y la fila parece no disminuir, por lo que se avisa que las raciones serán un poco más pequeñas, para que alcance la mayoría de la gente, pues muchos de ellos acudieron a cantarle las mañanitas al santo cerca de la madrugada.
