Promete el presidente respaldar la democracia y dar fin a la tiranía.
Washington, (EFE).- El presidente de EU, George W. Bush, afirmó hoy tras jurar el cargo por otros cuatro años que la seguridad en este país "depende cada vez más del éxito de la libertad en otras tierras".
"La mejor esperanza para la paz en nuestro mundo reside en la expansión de la libertad en todo el planeta", afirmó Bush en su discurso de investidura, pronunciado desde las escalinatas del Capitolio ante cientos de miles de personas.
Bush recordó los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, "un día de fuego", y añadió: "nuestro deber no está definido por las palabras que uso, sino por la historia que hemos visto juntos".
"Mientras haya regiones enteras del mundo fermentando resentimiento y tiranía.... la violencia se concentrará y multiplicará su poder destructivo", dijo.
Bush centró su discurso en recalcar que la mejora de la seguridad mundial depende de que la libertad impere en los lugares donde ahora hay tiranías.
Y señaló que Estados Unidos tiene como tarea fundamental "llevar la libertad allí donde no la hay, así como proteger a las minorías y liberar a los oprimidos".
Aunque no hubo menciones a otros países, sus palabras fueron en una alusión a Afganistán e Irak y un aviso a los regímenes dictatoriales de otros países.
"Esta no es principalmente una tarea para las armas, pero nos defenderemos, y a nuestros amigos también cuando sea necesario", advirtió.
Bush reconoció que los países libres "no deben pretender" que los regímenes dictatoriales no existen, y dijo que la mejoría de la situación en esas naciones será un elemento clave para la profundización de las relaciones con EU.
Para ello, Bush agregó que es necesaria la colaboración de los aliados de EU, con muchos de los cuales Washington ha tenido una relación muy difícil durante los primeros cuatro años de su gobierno, sobre todo con motivo de la guerra de Irak.
"Todos los aliados de Estados Unidos deben saber: honramos vuestra amistad, confiamos vuestro consejo y dependemos de vuestra ayuda. La división entre los países libres es un objetivo prioritario de los enemigos de la libertad", afirmó.
Además, Bush -cuyo primer mandato causó una profunda división interna- pidió la unidad nacional de los estadounidenses para tratar de llevar a cabo ese objetivo.
En el terreno de política interna, el presidente estadounidense señaló su disposición a profundizar lo que su Gobierno llama "la sociedad de propietarios", para que cada uno de los ciudadanos sea capaz de decidir y dirigir su propio destino.
Sus palabras aludieron, aunque sin mencionarlo, a los proyectos de Bush de emprender reformas a fondo del sistemas fiscal y del de pensiones públicas.
En su discurso, con numerosas menciones a Dios y a la Biblia, Bush pidió a los estadounidenses que participen en la tarea "idealista" de mejorar el país y llevar la libertad al mundo, tanto dentro del Gobierno como de las Fuerzas Armadas "en la lucha contra nuestros enemigos".
Acude a misa
El presidente de EU, George W. Bush, junto a su esposa Laura, y dos hijas, comenzó la jornada de su segunda investidura asistiendo a un oficio religioso en una iglesia cercana a la Casa Blanca.
El Presidente, que hoy inaugura un segundo período de cuatro años al frente del Gobierno de Estados Unidos, llegó poco antes de las 14.00 GMT a la Iglesia Episcopal Saint John, precedido de extraordinarias medidas de seguridad, que se extendieron tanto al templo como a sus alrededores.
De esta forma cumplió con una tradición que inició en 1933 Franklin Delano Roosevelt y que, desde entonces, han seguido todos los inquilinos de la Casa Blanca.
Tras este acto religioso, Bush, Laura y sus hijas se dirigirán hacia el Capitolio -la sede del Congreso-, donde a las 17.00 GMT dará comienzo la ceremonia de jura en las escalinatas del lado oeste del edificio.
Para esa hora está previsto que la temperatura ronde los dos grados centígrados bajo cero y existe la posibilidad de que caiga otra nevada, pero de menor relevancia que la de ayer, miércoles, cuando se registró una acumulación de 8 centímetros en algunos puntos del área.
Una amplia zona del centro de la ciudad de Washington ha sido cerrada al tránsito de automóviles, mientras que los ciudadanos que tienen un pase especial para asistir a las ceremonias -cuyo número ha sido calculado en medio millón de personas-, deben pasar por detectores de metal y otros controles de seguridad.
Esta es la primera vez desde los atentados del 11 de septiembre del 2001 que la policía y otras instituciones de seguridad, incluido el Servicio Secreto, ocupan todas las áreas del centro de la capital de Estados Unidos y apostado francotiradores en edificios estratégicos.
También han sido instaladas baterías de misiles y distintos equipos de alta tecnología para garantizar la seguridad en toda el área.
Perros adiestrados verifican las estaciones y los vagones del metro en todo Washington.
El director del Servicio Secreto, Ralph Basham, dijo a los medios de comunicación que las medidas de seguridad puestas hoy en marcha son las más estrictas jamás impuestas en una toma de posesión presidencial estadounidense.
Ávido de iniciar
En una ciudad rebosante de ceremonias en medio de rígidas medidas de seguridad, el presidente George W. Bush prometió bregar por la unidad de una nación dividida por diferencias políticas. "Estoy ávido y dispuesto a iniciar la tarea", declaró Bush.
Anticipando su discurso del jueves, Bush dijo que hablará sobre la libertad. "Esta es la causa que une a nuestro país y da esperanzas al mundo y nos conducirá a un futuro de paz. Se nos convoca desde más allá de las estrellas a representar la libertad, y Estados Unidos siempre será fiel a esa causa".
Ante la amenaza del terrorismo, las autoridades prometieron tomar las medidas de seguridad más estrictas que se hayan visto en una juramentación presidencial. Se prevé que medio millón de personas acudirán a la capital para ver el desfile tradicional por la avenida Pennsylvania desde el Capitolio hasta la Casa Blanca.
Fuegos artificiales iniciaron una velada de ceremonias y fiestas para Bush, el vicepresidente Dick Cheney y sus esposas, Laura y Lynne. Con las calles cubiertas de una capa delgada de nieve y temperaturas de 6 grados bajo cero, ambas parejas ocuparon un estrado con calefacción, aunque al aire libre, para asistir a un concierto titulado "Celebrar la libertad".
Bush y su esposa iniciaron la jornada con una visita a los Archivos Nacionales, donde examinaron algunos de los documentos fundacionales del país, entre ellos el discurso inaugural del primer presidente, George Washington.
Preguntado si sintió el peso del momento histórico en vísperas de jurar su segundo mandato, Bush respondió: "Por supuesto". Acompañado por su esposa, Laura, Bush estudió las versiones originales de la Declaración de Independencia, tan desteñida que la mayoría de las firmas son ilegibles; la Constitución; la Declaración de Derechos; el discurso de Washington y la Biblia sobre la que prestó juramento.
Una luz tenue apenas conseguía iluminar un retrato de los padres de la patria.
El asesor presidencial Karl Rove dijo que Bush se siente "centrado, optimista y enérgico" ante la perspectiva de ocupar por otros cuatro años la Casa Blanca y guiar los destinos del país a partir del jueves, cuando el presidente de la Corte Suprema, William H. Rehnquist, le tomará el juramento de su segundo mandato.
"Todo el que se preocupe por dejar un legado fracasará si no se concentra ... en la política adecuada y en servir al país", dijo Rove a The Associated Press mientras Bush se ponía unos lentes para examinar los documentos. "Y dejemos que la historia se ocupe de sí misma".
El historiador presidencial David McCullough sugirió a la Casa Blanca que Bush visitara los Archivos Nacionales, explicó Rove.
"Pensó que sería un agradable acto de respeto en veneración a la Constitución y la Declaración de Independencia si el presidente visitara los archivos para ver ambos documentos, y quizá cree con ello una tradición", dijo Rove.
Bush pedirá el fortalecimiento de la voluntad nacional tras las reñida contienda electoral del año pasado, al mismo tiempo que dedicará partes de su semana inaugural a sus partidarios republicanos más destacados - los donantes que con fondos privados ayudaron a financiar las festividades.
De los Archivos Nacionales el mandatario acudió a un almuerzo a puerta cerrada donde agradeció a los principales donantes de su ceremonia inaugural.