Al margen de la Sociedad de Alumnos, un grupo de estudiantes tomó ayer las instalaciones del Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios (CBTIS) No. 130, para demandar la salida del director Rafael Franco Garvalena.
Desde temprana hora, varios jóvenes cerraron el enrejado de la entrada principal, colocaron un hule negro para tapar la vista hacia adentro, montaron una barricada de sillas y mobiliario escolar, y colgaron dos mantas.
Una contenía la siguiente leyenda: ?Estamos hartos de la corrupción y la incompetencia del director. Fuera Franco?; la otra: ?Hay que barrer todo lo que nos estorba para vivir mejor. Ok?.
Pero no se logró conocer la identidad de los jóvenes que participaban en esta medida de presión, ni el número de ellos, ni sus demandas concretas, porque se negaron a hablar con los medios de comunicación, que insistían en conocer su versión y los motivos por los cuales tomaron el plantel.
Del hueco de la parte inferior del hule, solamente se divisaban unos seis estudiantes, algunas mujeres, sentados, y otros jugando. Uno que otro se asomaba por la barda, pero se negaban a hablar.
El director del plantel Rafael Franco Garvalena identificó a algunos participantes como gente ajena al plantel, y otros como alumnos reprobados, pero desconocía los motivos del movimiento o sus demandas concretas.
Hizo referencia a que en unos días se espera la visita del gobernador Ismael Hernández Deras para entregar equipo de cómputo; por eso no se explicaba el porqué del movimiento estudiantil.
El presidente de la Sociedad de Alumnos, César Alán Flores Compeán, dijo desconocer el motivo de la toma del plantel, pero que en las pláticas que había sostenido con los participantes, éstos señalan que los docentes se quejaban de que no podían decir nada porque podrían sufrir la pérdida de su trabajo, de que no había materiales ni equipo de laboratorio, y otras cuestiones.
Ricardo Alonso Martínez Contreras, coordinador de eventos de la Sociedad de Alumnos, destacó que los compañeros que habían tomado la escuela protestaban porque hace un año entró un nuevo plan de estudios, que implica dar de baja automáticamente a los jóvenes que no aprueben los exámenes en el nuevo sistema de evaluación.
Un grupo de trabajadores del plantel La Forestal del Colegio de Bachilleres acudió ayer a las oficinas centrales del Cobaed para protestar porque había siete compañeros que fueron suspendidos como resultado de la auditoría que se practicó el año pasado, pero que seguían cobrando su quincena en forma normal.
Los inconformes fueron atendidos por Benito Martell, del área de Administración de la institución, quien les explicó que esa situación ya se había regularizado.
Los trabajadores del plantel portaban pancartas, en donde hacían referencia a que la auditoría solamente había sido una burla.
La administración central del Cobaed determinó tomar cartas en el asunto para darle solución lo más pronto posible, y de antemano llamó a los trabajadores a no caer en actos de violencia.