EL SIGLO DE TORREÓN
Deben compartir el mismo baño 68 niños de preescolar.
TORREÓN, COAH.- Salones de clase diminutos, mesa-bancos viejos y en mal estado, trabajar sin ver el material gráfico y compartir un mismo baño son cuestiones cotidianas para los 68 pequeños que cursan preescolar en el Jardín de Niños Ermilo Abreu Gómez de la colonia Sol de Oriente.
Aunque parece que las condiciones en que se imparten las clases no pueden empeorar, los menores podrían comenzar el siguiente ciclo escolar a la intemperie, en la plaza, pues los propietarios ya pidieron la entrega de las viviendas para el próximo diez de junio.
Los pequeños más afortunados, estudian en el área que corresponde a la sala-comedor, mientras que otros se encuentran recluidos en las habitaciones, con dimensiones de tres y medio por cuatro metros, que resultan completamente inapropiadas para la enseñanza.
Los niños aprietan sus bracitos a los costados para evitar pegar a sus compañeros cuando se mueven pero el esfuerzo parece inútil, pues los infantes chocan unos con otros, situación que ha derivado en un ambiente hostil y de violencia entre los estudiantes.
?Las condiciones no son propicias para el aprendizaje, no hay espacio para jugar, ni siquiera para moverse?, dice María de Lourdes Romo Macías, quien es maestra de preescolar, ?no tienen acceso a los materiales, hay golpes, los niños se ponen violentos, se agreden unos a otros?.
Un grupo de 34 pequeños recibe las clases en un remolque de aluminio. Los menores lo califican como ?un horno?, debido a que es muy caliente y aunque tiene para la instalación de clima, el proceso tiene un costo superior a los tres mil pesos, que los padres de familia no han podido juntar.
El Jardín de Niños, al igual que la escuela primaria de Nueva Creación, que tiene 150 alumnos, pertenecen a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y cuentan con sus respectivos terrenos, que fueron donados para la construcción de las aulas, pero los trabajos no avanzan.
?Trabajan un día y tres no?, dice la maestra. En el lote, se observan montones de tierra que fue escarbada recientemente, pero no hay albañiles a la vista. Padres de familia y profesores han cuestionado a la SEP al respecto, pero continúan sin respuesta.
?Los niños estudian en condiciones infrahumanas?, refiere Martha Alicia Quezada Adame, quien es madre de familia, ?todos amontonados en una casa, con bancas que se están rompiendo y compartiendo un mismo baño, necesitan salones de clases?.
