Los sujetos se encontraban bajo los influjos del alcohol y las drogas.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Momentos de terror y vivió Jorge Hernández Cruz, cuando las dos personas que lo habían contratado para que los llevara a un domicilio en la colonia Los Sauces, tras despojarlo de su dinero y torturarlo ?de puros puntos?, se habían decidido a quitarle la vida. El aviso de uno de los vecinos que se dio cuenta de lo que pasaba y la oportuna llegada de los agentes preventivos pudo evitar la tragedia.
Postrado en su lecho de dolor del Hospital Universitario, Jorge, de 44 años de edad, domiciliado en calzada Lázaro Cárdenas No. 113 norte de la colonia Jesús Aguilera en Matamoros, Coahuila, narró los momentos que padeció, cuando sus dos asaltantes decidieron matarlo para no dejar testigo alguno de su fechoría.
El que pudo ser el último día de su vida comenzó normal, cuando por la tarde del martes salió de su casa para hacer su recorrido como taxista en el Nissan Tsuru, modelo 2002, número económico 32, de la línea Zodíaco, placas 5656-CTL. Al filo de la una de la madrugada del miércoles 20 de julio, frente a las instalaciones de la Central Camionera de Torreón, dos sujetos le hicieron el alto.
Se trataba de Yoshio Moisés Guevara Rojas, con casa en avenida Lucio Blanco No. 1593 de la colonia las Luisas y César Efraín Guzmán Carrasco, vecino de calle Laurel No. 80 de Las Dalias. Ambos de 23 años de edad.
Una vez a bordo del taxi, los pasajeros le dijeron al chofer que los llevara a calle Laurel No. 1529 de la colonia Los Sauces que colinda con el fraccionamiento Latinoamericano, por lo que enfiló hacia el citado domicilio por la carretera Torreón-Matamoros.
Al llegar frente a la referida vivienda, uno de los viajeros, no indicó cuál, sacó de entre sus ropas un pico de botella con el que lo amagó, poniéndoselo al cuello, para enseguida obligarlo a bajar del vehículo introduciéndolo a la casa habitación a donde habían llegado que está desocupada y sólo hay en la estancia un desvencijado sillón.
Una vez adentro de la misma, los dos atracadores atan de pies y manos al taxista, utilizando para ello un cable eléctrico. Además, le ponen un trapo en la boca y lo sujetan con otro segmento de cable.
Enseguida, los delincuentes lo despojan de 300 pesos que llevaba en su cartera, producto de su trabajo como taxista y posteriormente se dedicaron a torturarlo, picándolo en repetidas ocasiones con el pico de botella, causándole un gran dolor que prácticamente lo hacía gritar, con la intención de que les dijera si traía más efectivo.
Tras asegurarse que no llevaba más dinero, uno le dice al otro: ?Hay que matarlo. Ya no trae más lana?, por lo que el que traía el vidrio se lo clavó fuertemente en el cuello, provocando que Jorge lancara un alarido de dolor que ni la mordaza impidió que lo escucharan varios metros a la redonda.
Esto fue el hecho que le salvó la vida, pues uno de los vecinos alcanzó a escuchar el grito y lo reportó al Servicio de Emergencias 060, de donde dieron aviso a la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
?Ch... de una vez. Ya nos vio y nos puede identificar?, señaló el sujeto de la voz cantante, por lo que su cómplice asestó otro feroz golpe con el pico de botella, en los momentos que tocaban a la puerta los patrulleros que habían llegado al lugar.
La presencia policiaca causó el temor de los verdugos de Jorge que rápido huyeron por la parte de atrás de la vivienda, mientras que el desesperado taxista gritaba a todo pulmón y como pudo se hizo entender para que los uniformados rompieran la puerta y entraran.
Lo que los policías vieron los estremeció. En el suelo, en medio de un gran charco de sangre estaba una persona, atada de manos y pies y con un trapo en la boca. Les gritaba que sus captores habían huido.
Mientras emprendían la persecución, también solicitaron la presencia de la Cruz Roja para que atendiera al lesionado, que presentó una herida cortante en el cuello de diez centímetros, profunda que interesó piel, tejido subcutáneo y músculo, trasladándolo al Hospital Universitario.
La rápida respuesta de los policías preventivos, terminó con la detención de los dos presuntos asaltantes, quienes tras oponer cierta resistencia finalmente fueron sometidos y trasladados a la cárcel municipal donde quedaron a disposición del Ministerio Público de Detenidos, no sin antes señalar que lo que hicieron fue de ?puros puntos?.
Los consignarán.
Carlos Falcón Sifuentes, coordinador de agencias del Ministerio Público de Detenidos, informó a El Siglo de Torreón que para este día se espera consignar la averiguación que se inició contra los dos detenidos, por los delitos de robo con violencia y privación ilegal de la libertad.
Agregó que ambos detenidos están plenamente confesos de los delitos que les imputan y además reconocieron que iban a matar al taxista Jorge Hernández Cruz, para que luego no los identificara, pues presumiblemente trabajan en el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas).
La averiguación está a cargo de Juan Amado Torres Villalobos, agente del Ministerio Público de la mesa uno.
Certificado médico.
En el examen médico realizado por el legista en turno asignado al Tribunal de Justicia Municipal, los detenidos resultaron:
*Yoshio Moisés Guevara Rojas. Estado de ebriedad.
*César Efraín Guzmán Carrasco. Intoxicación mixta, alcohol y psicotrópicos.
FUENTE: Procuraduría General de Justicia del Estado