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Trabajan por el rescate de la alameda Zaragoza

YOLANDA RÍOS RODRÍGUEZ

Distrito de Cobián|Será una inversión superior a los cinco millones de pesos

EL SIGLO DE TORREÓN

La idea es que en el sector se ubiquen bares, restaurantes, cafés, y se promuevan negocios como librerías, galerías, entre otros

TORREÓN, COAH.- Hay sectores de Torreón sumamente tradicionales que conservan hoy en día, elementos urbanísticos como la arquitectura e historia que los hacen únicos. Tal es el caso de la alameda Zaragoza y sus alrededores, donde la presencia de decenas de inmuebles con sus estilos y fachadas peculiares, de fuerte influencia europea y árabe, le brindan un aire de romanticismo, de encanto y esplendor, muy semejante al que tienen otras ciudades del país con más años de historia.

Toda ciudad enfrenta un proceso natural de desarrollo que con el tiempo y la inclusión de nuevos y modernos servicios propicia que los llamados sectores antiguos vayan perdiendo importancia, plusvalía y hasta el buen funcionamiento de servicios dado que son desplazados para dar paso precisamente a sitios más propicios para la modernidad y la atracción de inversiones en el ramo del comercio, principalmente.

En este contexto, dada su ubicación, el valor histórico de sus edificios, así como la presencia del gran parque que es la alameda Zaragoza, desde hace aproximadamente dos años se proyecta realizar en este lugar de Torreón un rescate urbano que le brinde un impulso comercial, turístico y cultural dentro de su tipo, el cual ha sido conceptuado con el nombre de Distrito de Cobián, en memoria de Feliciano Cobián, quien donó los terrenos.

Quizá el nombre no diga nada pero representa mucho, ya que se pretende tomar la alameda Zaragoza como eje central de esta propuesta de mejoramiento urbano y rehabilitarla integralmente para darle un mejor aspecto respetando la imagen que tuvo allá por los años treinta cuando tenía varias fuentes, una de ellas tipo morisco, una barda total con balaustrada, bien cuidados sus cuatro accesos construidos a base de cantera donados por colonias extranjeras como la musulmana, alemana, como cuatro veces más árboles, así como el gran lago equipado con juegos de luces y chorros de agua que en nada se parecen a lo que hay ahora.

Y no es solamente eso lo que se pretende, ya que las ideas, promovidas por los propios empresarios de los alrededores, van mucho más allá, porque el reto es colocar a Torreón en mejores planos turísticos haciendo de todo este conjunto una zona especial llamada en otro tiempo Zona Rosa, considerada como el sector tradicional de Torreón, que finalmente ahora fue definido como Distrito de Cobián.

La idea es que haya merenderos, neverías, bares, restaurantes, cafés, que se promuevan negocios como librerías, galerías, tiendas de artesanías, ropa, espacios para exposiciones de pintura y manifesta-ciones artísticas al aire libre, como un Jardín del Arte, que no entrarían en conflicto con la vocación original del lugar que era y seguirá siendo eminentemente para usos habitacionales en condiciones de tranquilidad y seguridad.

El motivo es preservar los edificios, que por lo menos setenta de ellos han sido ya incluidos en un catálogo considerado patrimonio cultural por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia, (INAH) de Coahuila.

El objetivo es también mejorar los servicios de alumbrado público, las banquetas, áreas verdes y secciones de estacionamiento a fin de que por lo menos la alameda Zaragoza y seis cuadras a la redonda a partir de la calzada Colón hacia el oriente, se manejen en forma especial y con el espíritu de generar espacios recreativos para el sano esparcimiento de jóvenes y adultos, así como la convivencia familiar.

Hay dos objetivos especiales para el Distrito de Cobián que son el ofrecer recorridos en coloridas calandrias y la inclusión de dos carros tipo tranvía que partan del bulevar Independencia hacia el sur de la ciudad para recorrer los alrededores de la alameda, algunas avenidas del entorno y llegar por la calzada Colón hasta la antigua estación del ferrocarril donde ahora es el Centro de Iniciación Artística, (Cinart).

Para ello, un grupo de personas se ha unido legalmente como Asociación de Colonos del Distrito de Cobián y además de buscar el reconocimiento del Cabildo de Torreón, le apuesta a que con el apoyo de empresas privadas y de las autoridades municipales, es posible desarrollar aquí nuevas expresiones comerciales, aunado a la ventaja implícita de que el sector toma una plusvalía mayor.

Para Carlos Rubén Moreno, quien preside la Asociación, “estamos a unos días de que inicien las obras del Distrito de Cobián y empezaremos con la alameda Zaragoza, a fin de que se convierta en un lugar digno, con la identidad y representatividad que tuvo en otro tiempo”.

La promesa del alcalde, Guillermo Anaya, es que “nos brindará todo el apoyo necesario a través de Obras Públicas con quien hemos desarrollado ya un proyecto global que se realizará en varias etapas.

Por su parte, el director de Obras Públicas, Gerardo Berlanga Gotés, indica que el Municipio está muy interesado en lograr en este año un importante avance para el rescate de esta parte de la ciudad, la cual forma parte también el Plan Parcial de Desarrollo del Centro Histórico de Torreón.

De acuerdo con aforos realizados, en la actualidad, cada semana acuden a este paseo público alrededor de quince mil personas, particularmente los sábados y domingos, lo que es indicativo del fuerte impacto social que tendrá la obra.

Por ello, se han conjuntado para desarrollar el proyecto Servicios Públicos, Desarrollo Urbano, Plazas y Mercados y Obras Públicas, los cuales cado una hará sus respectivas funciones en una amalgama de esfuerzos que iniciarán la semana entrante.

Se han sentado las bases para realizar un cambio radical en este sector y el punto de partida será devolverle el valor histórico original de la alameda Zaragoza, adecuarla a las condiciones comerciales de hoy, considerando que opera ahí un importante número de vendedores ambulantes fijos y semifijos que serán elementos de apoyo en esta tarea para que sea realmente una zona para el sano esparcimiento de las familias.

Destaca que el proyecto técnico desarrollado para esta zona, está apuntalado con las ideas, sugerencias y experiencias de comerciantes y colonos del lugar como por ejemplo cambiar todos los pedestales de los bustos en memoria de personajes de la historia y la cultura a fin de darles mejor presencia y orden.

Otro renglón de importancia es el mejoramiento de los servicios sanitarios públicos.

También expresa que el Municipio mantiene vigente el ofrecimiento de otorgar importantes estímulos fiscales y de trámite a las personas que deseen realizar actividades comerciales en el sector, convirtiendo sus casas en negocios o lo mismo si adquieren viviendas con fines comerciales.

Según Berlanga Gotés, se prevé para esta zona una inversión municipal superior a los cinco millones de pesos, aunado a los apoyos vía patrocinios que ya gestiona la Unión de Colonos con empresas regionales.

Historia

La alameda Zaragoza es actualmente el parque público más concurrido de la región, encierra mucha tradición e historia. Los colonos de los alrededores han conservado las casas que son únicas en toda la ciudad. En el sector hay casas habitación, negocios, escuelas, restaurantes, y dos importantes centros culturales, el Instituto Coahuilense de Cultura y la Alianza Francesa.

Los terrenos de la alameda Zaragoza fueron donados en 1898 por el empresario de origen español, don Joaquín Serrano, como muestra de su amor a Torreón y con el propósito de que fuera convertido en un gran parque que sirviera como pulmón para la ciudad.

Compró estos terrenos a su vez a don Feliciano Cobián, quien los había fraccionados de manera que aún son conocidos según historiadores laguneros como fraccionamientos de Primera, Segunda, Tercera, Cuarta y Quinta de Cobián.

Desde su origen en 1898, la alameda fue un símbolo de orgullo e identidad entre los laguneros, ya que en las crónicas de esa época se refieren a la alameda como uno de los parques más bellos de México.

Con el paso de los años decayó mucho su mantenimiento y murieron decenas de árboles de manera que tocó a don Nazario Ortiz Garza, en ese entonces presidente municipal de Torreón, rehabilitarla y en 1932 emprende una campaña de embellecimiento con motivo de la celebración de los 25 años como ciudad.

Se unieron a esta causa organismos y ciudadanos en lo particular, de manera que el área de juegos mecánicos fue donada por el Club Rotario y se creó la fuente de El Pensador desde entonces, emblema y punto de reunión de este parque.

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