FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Los vehículos para el transporte de la carne procedente del rastro municipal no son los adecuados, pues carecen de un sistema de enfriamiento para la conservación del producto, pero resulta más riesgoso para la salud de los consumidores que las carnicerías prefieran trasladarlo en sus camionetas particulares, a la intemperie y sin las medidas de higiene.
En una visita al matadero de este municipio, se observó una camioneta abierta, con rejas de madera, que los tablajeros identificaron como propiedad del supermercado ?La Esquina?, donde el personal depositaba la carne en la parte posterior del vehículo, sobre un montón de cartones, para evitar el roce del producto con el suelo sucio de la caja.
Sin embargo, la carne permanecía en el piso, sobre los cartones, pero a la intemperie, y en ella se posaban las moscas.
El administrador del rastro, Jesús Hernández Murillo, explica que su área termina hasta que entrega el producto, cuando le pone el sello del matadero, pero ya la forma de traslado es asunto de los carniceros.
?Algunos no quieren pagar los 65 pesos que cuesta que llevemos la carne en los vehículos del rastro y mejor prefieren mandar sus camionetas y llevársela ellos?, manifiesta, ?esto ya no nos corresponde, nosotros entregamos la carne bien?.
Antes de retirarse, los empleados colocan un plástico sobre la carne, que aún así alcanza a distinguirse mientras la camioneta de rejas se aleja.
Aunque el administrador reconoce que muchos de los vehículos que se llevan producto del rastro carecen de las medidas recomendadas de higiene, repite que la regulación del traslado corresponde a la Secretaría de Salubridad.
Antihigiénico
El rastro de este municipio reparte carne en la ciudad de San Pedro y diversos ejidos, así como todo Madero, pero las unidades de transporte no cuentan con sistema de enfriamiento. No obstante, el producto va colgado en perchas, no tiene contacto con el suelo y el vehículo es cerrado.
-En diversas camionetas de carnicerías particulares, se coloca el producto sobre cartones con un plástico encima, pero la carne sigue al alcance de los insectos y al ras del suelo.
FUENTE: Administración del Rastro Municipal
