EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Trascender el sexenio/Paideia

Gabriel Castillo

Para la mayoría de los ciudadanos resulta difícil entender las decisiones que se toman en los círculos del poder, tanto político como económico, y solamente nos toca padecer los efectos cuando esas decisiones afectan nuestros intereses, lo que ha ocurrido en no pocas ocasiones. Refiero esto porque en esta semana se empezará a discutir en la Cámara de Diputados la posibilidad de impulsar una Reforma Financiera por parte de los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con el apoyo del Partido Acción Nacional (PAN) y del Verde Ecologista de México (PVEM). Esa Reforma consiste en otorgar autonomía a organismos relacionados con las finanzas de nuestro país, tales como el Sistema de Administración Tributaria (SAT), la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF). Al parecer se ensayará en primer lugar con el SAT y, en función de los resultados se continuará con el proyecto completo. ¿Qué significado y repercusiones tiene todo esto para nosotros los trabajadores?

Conviene empezar explicando que el SAT tiene que ver con la recaudación fiscal, que es de donde proviene la parte principal de los dineros públicos. Con la mencionada reforma se pretende imposibilitar al Ejecutivo Federal en cuanto a la administración y fiscalización de esos recursos, lo que impedirá que esté en condiciones de impulsar una política económica diferente a la actual de corte neoliberal. ¿Tendrá dedicatoria este intento de reforma? No podemos evitar pensar que la decisión de sacarla adelante, por parte del PRIAN y el Verde, está basada en el temor que tienen esos partidos y los Amigos de Fox ante la muy probable victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador. Buscan legislar para que el presidente Fox, antes de concluir su Administración, deje nombrados a los directivos del SAT, los cuales permanecerían por Ley en sus cargos durante todo el próximo sexenio. No es difícil entender que con ello se pretende impedir cualquier posibilidad de que el Gobierno entrante modifique la política económica vigente en el país desde el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, y aun desde antes, cuando ese señor era secretario de Programación y Presupuesto en la gestión de Miguel de la Madrid Hurtado.

Es una alianza del PRI y del PAN, con el apoyo (o quizás sería más propio decir con la complicidad) del Partido Verde Ecologista de México, para poner al SAT al servicio del capital internacional y para otorgar a los directivos de ese organismo facultades para regresar impuestos a sus allegados, para evitar que se conozcan las irregularidades que existieron en el rescate bancario o escandaloso FOBAPROA que tanto dinero le ha costado al pueblo de México y para seguir facilitando la evasión y elusión fiscal por parte de los poderosos de este país.

Lo anterior explica el temor de los grupos de presión político-empresariales ante el eventual triunfo de López Obrador, candidato de la Alianza Por el Bien de Todos, en las elecciones del próximo año. Ello se ha traducido en el llamado que los dirigentes del Consejo Coordinador Empresarial y de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales le han hecho al PAN y al secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, para impulsar la reforma. Además, los propios panistas han reconocido, a decir de algunos legisladores de esa bancada, que están cediendo a las presiones no sólo de las cúpulas empresariales, sino de los operadores en México del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, esto es, del propio ex presidente Carlos Salinas de Gortari, de Francisco Rojas Gutiérrez y del ex propietario de Banamex, el señor Roberto Hernández.

De acuerdo con lo señalado, el presidente Fox y su partido, al aliarse con el PRI de Salinas y de Madrazo, para aprobar la reforma al SAT, estarán traicionando a millones de electores que desean un cambio de rumbo en la política económica que sólo ha beneficiado a unos cuantos y perjudicado a amplios sectores de la población. Nadie desconoce que Vicente Fox llegó al poder con legitimidad, y que no tuvo el tipo de candados en el manejo de la economía como los que él pretende dejar a su sucesor, lo cual es un atentado contra la democracia, que contradice su autoproclamado papel de presidente demócrata. Estamos seguros que tiene la capacidad para influir y evitar que se consume ese atentado. De no ser así estaremos siendo testigos de una lamentable y triste forma de trascender el sexenio por parte del presidente Fox.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 186279

elsiglo.mx