EFE
LA PAZ, BOLIVIA.- Los restos del ex líder sindical boliviano Juan Lechín Oquendo fueron trasladados ayer al Museo de la Revolución Nacional, en la ciudad de La Paz, cuatro años después de su fallecimiento y en el 53 aniversario de ese hito político.
El traslado fue organizado por la alcaldía de La Paz y la familia de Lechín, en un acto al que acudieron viejos y nuevos líderes políticos y sindicales, entre un centenar de asistentes.
El reconocido fundador y secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB) por más de tres décadas, murió el 27 de agosto de 2001.
El ataúd con los restos, cubierto con una bandera nacional, fue llevado desde el Cementerio General paceño al museo dedicado a la Revolución del nueve de abril de 1952, emplazado en el barrio de Miraflores, donde recibió el homenaje.
El hijo de Lechín, Juan Claudio, agradeció a las autoridades y amigos asistentes al acto y les recordó que su padre fue un representante del “proceso de ciudadanía” que ahora se vive en Bolivia.
“Él rechazó una candidatura a la Presidencia del país y optó estrictamente por el sindicalismo, al mismo tiempo que no se adscribió a ninguna de las grandes corrientes políticas de entonces”, dijo el escritor sobre su progenitor.
El alcalde paceño, Juan Del Granado, anunció que planea levantar un monumento a Lechín, probablemente en el mismo lugar donde estuvo el “Lechingrado”, el restaurante donde acostumbraba tomar café y ofrecer entrevistas el ex líder de la COB.
El actual secretario ejecutivo de la otrora poderosa Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSMTB), Miguel Zubieta, señaló que el traslado de los restos de Lechín es “un acto de justicia” a uno de los “verdaderos” conductores de la Revolución Nacional boliviana.
En su homenaje, Zubieta sostuvo que las reformas políticas y sociales lanzadas en 1952 sólo fueron posible por el empuje del “ala revolucionaria” integrada por los obreros y los campesinos, entonces aliados en la única matriz sindical del país.
Al acto asistieron, además, los ex ejecutivos mineros Edgar Ramírez y Milton Gómez, junto a otros dirigentes sindicales, y la senadora Mirtha Quevedo, jefa del Movimiento Nacionalista Revolucionario, el partido que condujo la revolución nacionalista.
El féretro con los restos de Lechín permanecerán en el ambiente principal del museo hasta hoy domingo, cuando serán sepultados en su definitiva morada, en el sótano de la edificación.
El museo alberga las urnas dedicadas a los ex presidentes Germán Busch Becerra (1937-1939) y Gualberto Villarroel (1943-1946), considerados los mentores del nacionalismo político boliviano, y las cenizas del general populista Juan José Tórres (1970-1971).