Sufireron padres de la pequeña la angustia durante un año cuatro meses, mientras buscaban un donador
Torreón, Coah.- A Leonora Rivera López se le movió el suelo cuando le dijeron que su hija, de apenas unos meses de nacida, necesitaba un hígado. Asimilarlo, dice, fue difícil pero más fue el hecho de no encontrar un donador de órganos.
Este lunes inició la Semana Nacional de Donación de Órganos, y por eso Leonora Rivera López aprovecha para contar la historia de su hija, pero sobre todo para exhortar a la sociedad a dar vida a quien lo necesite.
“Mi hija Leonora nació normal, sin ninguna coloración diferente, pero como al mes y medio su piel se volvió amarilla, la llevamos con doctores y al principio lo manejaron como una hepatitis porcitomegalovirus, se le dio tratamiento pero las cosas siguieron igual, entonces la llevamos a México y ahí fue cuando nos dijeron que su hígado estaba cirrótico por una colangiopatia obliterante”.
Los médicos le dijeron que Leonora necesitaba un trasplante de hígado para seguir viviendo: “el mundo se nos vino abajo porque no conocíamos nada del proceso, y si la llevábamos con un particular teníamos que pagar más de un millón y medio de pesos, y no teníamos los recursos, por eso vimos las mejores opciones públicas”.
Leonora fue operada en marzo de 2004 en el Hospital Infantil Federico Gómez en la Ciudad de México. “entramos al protocolo de trasplantes, le hicieron todos los estudios pertinentes pero lo más difícil fue la espera de un año cuatro meses, necesitábamos un hígado de un donador vivo”.
Tanto Leonora Rivera López como su esposo se hicieron los estudios para saber si ellos podían salvarle la vida a su hija, sin embargo, no fue posible: “al principio nos queríamos morir, fue muy difícil porque sabíamos que no existe la cultura de la donación y que ésta es la única esperanza de vida para cientos o miles de personas”.
Para ella es lamentable saber que en el Hospital Infantil de la Ciudad de México hay una lista de espera de 77 niños: “es muy importante que cuando los papás se den cuenta que algo no anda bien en la salud de sus hijos, deben acudir inmediatamente al médico, seguir las instrucciones al pie de la letra y tener mucha fe en Dios”.
Gesto de solidaridad
La donación representa el mayor gesto de solidaridad a la humanidad, no hay mejor obra que aquella que hacemos en forma desinteresada en beneficio de nuestros semejantes.
Cada año aumenta la lista de espera de pacientes que requieren de un trasplante y se pierden cientos de vidas por falta de algún órgano.
La donación es un acto altruista, solidario y desinteresado por eso no existe cobro alguno
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
