El maquinista del tren Roma-Campobasso no respetó señales luminosas que le ordenaban pararse, embistiendo a otro tren.
Roma, (EFE).- Un total de 60 viajeros han resultado heridos, siete de ellos de gravedad, y dos personas han sido dadas por desaparecidas y se teme haya muerto debido al choque de dos trenes en la estación de Roccasecca (sur de Roma), informó Trenitalia.
Entre los heridos de gravedad se encuentra una niña de trece años, que ha sido hospitalizada en el centro sanitario Bambino Gesu, de Roma, una mujer embarazada y los miembros de una familia británica.
El accidente se produjo a las 15.30 horas local (14.30 GMT) cuando un tren regional procedente de la estación de Roma Termini y que se dirigía a la sureña Campobasso chocó contra otro que estaba parado en la estación de Roccasecca.
Debido a la embestida, varios vagones se salieron de su carril y quedaron superpuestos en la vía.
Inmediatamente se desplazaron al lugar del siniestro ambulancias y personal de protección civil. Los heridos fueron trasladados a hospitales de las localidades cercanas de Cassino, Pontecorvo, Sora, Frossinone y Roma.
Los dos trenes habían partido de la estación romana de Termini, el primero a las 13.47 horas locales (12.47 GMT) con destino a la localidad de Cassino (a unos 130 kilómetros al sur de Roma) y el segundo a las 14.15 horas locales (13.15 GMT) con destino a Campobasso, a unos 250 kilómetros al sureste de la capital.
Según una primera reconstrucción de los hechos y las declaraciones del jefe de estación, citadas por la prensa local, el maquinista del tren Roma-Campobasso no respetó dos señales luminosas que le ordenaban pararse, embistiendo al otro tren.
El ministro de Infraestructuras, Pietro Lunardi, ha anunciado la formación de una comisión de investigación para determinar las causas del accidente, mientras la izquierda, en la oposición, critica al Gobierno por la mala situación en la que se encuentran numerosos tramos ferroviarios en el país, en especial en el sur.
El accidente se ha producido en la víspera de que el primer ministro, Silvio Berlusconi, inaugure la línea de alta velocidad Roma-Nápoles, que transcurre por la zona del accidente.
Francesco Borgomeo, responsable económico del partido Udeur (de centro izquierda), dijo hoy que el Gobierno debería prestar mayor atención a las líneas normales y que el accidente demuestra la necesidad de inversiones en líneas convencionales para garantizar la máxima seguridad a los viajeros.
