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MÉXICO, DF.- Uno de los platos que más identifican el espíritu mexicano son los chiles en nogada. Originarios del estado de Puebla, tienen una historia muy particular y graciosa. Historia que se remonta a los tiempos del proceso de Independencia, en 1821.
Ese mismo año, Agustín de Iturbide se proclamó emperador y a su paso por la ciudad de Puebla de los Ángeles hizo una entrada triunfal con el Ejército Trigarante el 27 de septiembre. Fecha que, curiosamente, coincide con el cumpleaños del futuro emperador de México. Por este motivo, el 28 de agosto de 1821, le ofrecen un banquete. Y para tal empresa, fueron convocadas las monjas del convento de Santa Mónica.
Cuenta una anécdota que la encomienda expresa fue ?crear un platillo que resumiera el espíritu de los tiempos libertarios que corren?. Entonces, las ingeniosas monjitas crearon un platillo en el que se pueden apreciar los tres colores de la bandera: el verde quedó representado por el chile poblano y el perejil, el blanco por la salsa de nuez de castilla tierna y el rojo, por los granos de la granada.
Y fue así que los chiles en nogada son un homenaje que ya es parte de nuestra cultura y se han convertido en estandarte de la gastronomía mexicana por el mundo.
Cómo prepararlos
Según la chef mexicana Mónica Patiño, considerada la mejor de México, los chiles en nogada se preparan de la siguiente manera:
-Asar al fuego directo los chiles y envolver en una bolsa de plástico para que suden.
-Escalfar, desvenar y retirar las semillas de los chiles.
-Hacer un pequeño corte a lo largo y rellenarlos.
-Pasarlos por harina y huevo batido (para capear).
-Freír en suficiente aceite, retirar exceso de grasa.
-Servir bañados con la nogada y espolvorear con granos de granada.
-Adornar con perejil chino.
FUENTE: SUN-AEE
