MILÁN, ITALIA.- El brasileño Adriano Leite Ribeiro, que volvió a recuperar su pegada, dio con sus tres goles el triunfo casero al Inter de Milán sobre el Oporto (3-1), y con ello el pase del equipo interista a los cuartos de final, donde no estará el que aún es el vigente campeón de Europa.
Con el Inter, son tres los equipos italianos en los cuartos de final, tras haberlo logrado la semana pasada el Milán y el Juventus Turín.
Anoche, en Milán, se vivió la recuperación goleadora de Adriano, jugador deseado por el Real Madrid pero del que el mismo Massimo Moratti, accionista mayoritario del Inter, dijo que no se movería del club. Desde hoy, será aún más difícil que se vaya. El "gigante bueno" marcó, volvió a ser decisivo, y sonrió. Y con él su equipo.
El empate registrado en la ida (1-1) hacía al Inter salir ante su público con la ventaja de saber que una igualada sin goles le clasificaba; es decir, podía jugar sin prisas ni ansias. El Oporto, en cambio, tenía la obligación de marcar para pasar.
Y la verdad es que aún más favorables no se le pudieron poner pronto las cosas al Inter de Milán de Roberto Mancini, que en la primera acción ofensiva encontró el 1-0: balón que llega a Adriano, quien ya dentro del área portuguesa lanza un disparo que da en Pedro Emanuel y el esférico describe una parábola que supera la salida del meta Vitor Bahía y se ubica en las redes.
Mancini, pese a las discretas actuaciones que últimamente había ofrecido Adriano, se había decantado por el "gigante bueno" como compañero del argentino Julio "Jardinero" Cruz en ataque y el brasileño se lo agradecía pronto con el afortunado gol de la tranquilidad.
Adriano, persona muy religiosa, que reza sobre el campo antes del pitido inicial, y mira al cielo encomendándose a su padre (fallecido hace unos pocos meses) tras anotar el gol se quitó la camiseta y mostró una blanca en la que figuraba la palabra "versículo" y el número de uno de ellos en la Biblia. Éste hace referencia a que "todo lo puede conseguir en quien en él (Dios) cree".
El 1-0 obligaba al Oporto a seguir buscando el gol, sólo que ya ahora servía para forzar la prórroga.
Tras el tanto, el Inter cedió el balón al rival y se dejó querer en el intento de machacar al Oporto al contragolpe, con balones largos. No lo hizo ya que pasó demasiado del esférico y se aplicó en exceso en cerrar líneas, ante un conjunto portugués que tenía un dominio estéril, pues no daba muestras de peligro.
Y es que el Oporto jugaba demasiado al paso, sin dar profundidad ni velocidad a sus acciones. Al contrario que Adriano, el conjunto del técnico Couceiro parecía no creer en sí mismo.
Para paliarlo, en el descanso se quedó Claudio en los vestuarios y saltó Ricardo Quaresma. El ex jugador barcelonista pronto dio muestras de su mayor calidad, rapidez y peligrosidad, y estuvo cerca del empate con un disparo que superó a Toldo pero se perdió junto al poste derecho (minuto 52).
El Oporto había salido con mayor ambición y el Inter empezaba a sufrir, ya que seguía apático. Bastaron dos gritos desde la banda de Mancini hacia sus jugadores para que éstos se aplicaran más y, seguidamente, demostraran que tienen la pegada que le falta a su rival.
Fue nuevamente Adriano el ejecutor, con un preciso disparo que llevó el 2-0 (m.63) al marcador. El Inter, a media hora del final, parecía ya haber cerrado su pase a los cuartos de final y Adriano volvía a ser feliz al haber encontrado el gol en Europa.
Pero la respuesta del Oporto no se hizo esperar y reabrió sus esperanzas cinco minutos después, en remate desde el suelo de Jorge Costa a un saque de esquina.
El 2-1 devolvía emoción e incertidumbre al partido, pues con un gol más el conjunto portugués pasaba. Y ello encogió algo al Inter y creció al Oporto.
Ante el lógico avance de líneas del Oporto, Mancini metió al rápido nigeriano Obafemi Martins (al 75) en lugar de Julio Cruz, que había trabajado más en ayudar al centro del campo que en buscar la meta visitante.
La puntilla pudo darla el Inter en una excelente arrancada del argentino Javier Zanetti, que se fue solo desde el propio campo rompiendo el intento visitante del fuera de juego y eludió al meta Vitor Bahía, pero vio cómo su disparo era sacado desde la misma línea por Pedro Emanuele (al minuto 80).
Poco después, Adriano no fallaría y completaría su recuperación goleadora con su tercer tanto. El Inter está en cuartos y el Oporto ya no puede renovar su título continental.
3 - Inter de Milán: Toldo; Zé María, Materazzi, Mihajlovic, Javier Zanetti; Verón (Van der Meyde, 88), Cristiano Zanetti, Cambiasso, Stankovic (Kily González, 82); Adriano, Julio Cruz (Martins, 75).
1 - Oporto: Vitor Bahia; Seitaridis, Ricardo Costa (Helder Postiga, 66), Jorge Costa, Pedro Emanuel, Nuno Valente; Costinha; Diego, Maniche, Claudio (Quaresma, 46); McCarthy.
Goles:
1-0. Al minuto cinco: Adriano; 2-0. Al 63: Adriano; 2-1. al 69: Jorge Costa; 3-1. al 86: Adriano.
Árbitro: Terje Hauge (NOR). Mostró tarjeta amarilla a Cristiano Zanetti (24), Maniche (87), Jorge Costa (91).
Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones de Europa disputado en el Estadio Giuseppe Meazza con poco más de tres cuartos de entrada. En la ida, el resultado fue de empate (1-1).