El humo producido por las tres explosiones ocurridas en el principal centro de distribución de combustible para aviones del sur de Inglaterra, que sirve a los principales aeropuertos de Londres, en las instalaciones de Buncefield, puede verse durante el atardecer de la capital británica.
Tres explosiones casi seguidas se produjeron a unos 16 kilómetros del aeropuerto de Luton, al norte de la capital británica.