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Triunfos y temores

Javier Fuentes de la Peña

La contundencia de los resultados poca oportunidad deja para cuestionar el triunfo de Humberto Moreira. Aunque no era el mejor de los candidatos, sí fue el más popular y el que trabajó de manera más efectiva para asegurar el voto a su favor.

Ganar una elección de manera tan aplastante no es cosa fácil. Detrás debe haber toda una organización pero, sobre todo, debe haber un candidato capaz de ganar la confianza del electorado. Es cierto que Moreira recurrió al acarreo de votantes, pero ¿acaso hubo algún precandidato que no haya hecho lo mismo? Ninguna duda cabe tampoco que compró la voluntad de algunos coahuilenses ofreciendo como moneda unas simples despensas, pero ¿puede afirmarse que este medio es suficiente para conseguir el apoyo de más de 200 mil ciudadanos?

Moreira ganó gracias a su enorme carisma personal y también a su trayectoria como servidor público. Pero mientras él debe seguir todavía con la sonrisa plasmada en el rostro, yo me encuentro invadido por un sinfín de temores nacidos a raíz de su triunfo y de su inminente llegada al Palacio de Gobierno.

Uno de mis miedos es que Moreira siga contagiado por la enfermedad de los sueños y, tan pronto tome posesión como Gobernador del Estado, comience a suspirar por la Presidencia de México.

Otro temor nace a raíz de la costumbre de Humberto Moreira de gastar millones de pesos del erario público para promover su imagen. Como alcalde de Saltillo, su rostro se veía en espectaculares colocados en todo el estado. Si continúa con esa tendencia, dentro de unos meses veremos publicidad estatal en los puntos más recónditos de la República.

Si Moreira llegó a donde está es gracias también al apoyo de diferentes grupos políticos, sindicatos, lideresas y empresarios. El día de mañana cuando tome posesión como Gobernador, los miembros de esos grupos pasarán la factura por sus servicios y exigirán como pago una secretaría o un puesto de relativa importancia dentro de la burocracia estatal. De esta manera, los coahuilenses tendremos a nuestro servicio a unos funcionarios que no fueron elegidos tomando en cuenta su capacidad profesional y humana, sino más bien qué tan significativo fue el apoyo brindado en tiempos de campaña.

Es triste, pero cuando los políticos pagan sus favores ponen en riesgo el futuro bienestar del pueblo.

Dentro de los grupos más nocivos que podrían ocupar altos cargos en la próxima administración, está el de los trabajadores de la educación. Durante décadas, la historia de los líderes magisteriales ha estado ligada a la corrupción y no al trabajo constante para lograr una mejora educativa. Por desgracia, Moreira está muy ligado a este sindicato, y eso podría influir de una manera muy negativa durante su gestión.

Tengo miedo también de que el Himno Nacional se interprete en Coahuila al estilo ballenato. Sé que eso difícilmente podría suceder, pero si al ser secretario de Educación Moreira se atrevió a repartir miles de cuadernos con la fotografía de Enrique Martínez plasmada en la cubierta, ¿de qué no sería capaz?

Uno de mis principales temores es que Moreira sea un gobernante populista y que a cambio de aferrarse a buscar el beneplácito de los coahuilenses mediante campañas publicitarias y obras de relumbrón, privilegie aquellos proyectos que en verdad puedan aliviar los rezagos existentes en nuestro Estado.

Quienes conocen a Moreira opinan que él es algo más que un simple político con carisma. Elogian su preocupación por servir a los ciudadanos, así como su liderazgo y capacidad para trabajar. Por el bien de todos, espero que dichas opiniones sean verdaderas.

Moreira tiene todo para convertirse en un buen gobernador. Es joven, cuenta con experiencia como servidor público y, sobre todo, goza de la simpatía de miles de coahuilenses. El candidato priista debe aprovechar estos factores que tanto le favorecen. Si comete el error de integrar un equipo de trabajo con personas poco calificadas profesional y moralmente, y, sobre todo, si continúa con las prácticas deshonestas que le ayudaron a conseguir su candidatura, entonces los coahuilenses tendremos a un mal gobernante.

javier_fuentes@hotmail.com

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