Al PRI de Roberto Madrazo se le cumplió el domingo el mal presagio de científicos de la UNAM: el movimiento de placas en los mares de Asia, que provocó sismos y maremotos en aquella parte del mundo en diciembre, podía reflejarse en costas mexicanas, especialmente de Guerrero, donde podía haber actividad tectónica.
Y en términos políticos el domingo se dio esa sacudida. Un auténtico tsunami de votos entró por las playas de Acapulco y arrasó con operativos y mapacherías del PRI para poner fin al cacicazgo de varias décadas en Guerrero y dar un triunfo más que holgado al perredista Zeferino Torreblanca.
Fue tal la fuerza del tsunami político que cuentan que Roberto Madrazo, a eso de las cuatro de la tarde, cuando ya la derrota de su partido -y suya también- estaba cantada, el dirigente priista simplemente se esfumó y, antes que llegará la gigantesca ola amarilla, huyó de la plaza y se fue directo a Quintana Roo.
En la lógica pragmática de Madrazo más valía irse a Chetumal a levantarle la mano a un ganador, como el priista Félix González Canto, que quedarse en Chilpancingo a dar la cara por la derrota de Héctor Astudillo.
Y mientras los gobernadores del TUCOM le exigirán a Madrazo que así como se cuelga las medallas de las victorias en los estados, asuma ?como hombrecito? la derrota en Guerrero; en el PRD descorchaban champaña y respiraban profundo el oxígeno puro que significan los dos triunfos que obtuvo el domingo ese partido, después de un 2004 desastroso en el que, salvo Zacatecas, sólo cosecharon derrotas, escándalos y crisis internas.
Curiosamente el operador del triunfo de Zeferino, sin restar méritos al candidato, fue Ricardo Monreal, el ex gobernador de Zacatecas al que los perredistas le debían su única victoria del año pasado. Monreal fue enviado hace dos meses cuando en el CEN se encendieron ?focos rojos? porque a Torreblanca le pisaba los talones el priista Astudillo.
No fue gratuito que Leonel Godoy enviará a Monreal como delegado especial a Guerrero. Priista al fin, el zacatecano llegó a tierras guerrerenses, rentó casa en Acapulco y empezó su misión: aplicar el antídoto a los operativos del PRI con anticuerpos de ese mismo partido que Ricardo conoce muy bien. Y a juzgar por el resultado la vacuna funcionó.
Y ahí viene otra lectura inevitable de las elecciones del domingo en tres estados: con los triunfos holgados del PRD en Baja California y Guerrero se fortalece Andrés Manuel López Obrador y su proyecto, porque fueron dos operadores de confianza del tabasqueño, Leonel Cota Montaño y Ricardo Monreal Ávila, los artífices de esos triunfos que dan un respiro al perredismo nacional. El jefe del Gobierno capitalino también logra con esos resultados sumar dos gobernadores más a su campaña presidencial: el sudcaliforniano Narciso Agúndez y el guerrerense Zeferino Torreblanca.
Así que mientras Madrazo salía huyendo de Guerrero para evitar que lo aplastara el tsunami, López Obrador nunca dejó de estar en contacto con Monreal y Zeferino y se esperaba su arribo a Acapulco. Ni hablar, el maremoto político también dejó víctimas y desde luego algunos beneficiados.
Notas Indiscretas... La gran pregunta que ayer quedaba tras los resultados en Guerrero, Baja California Sur y Quintana Roo es ¿dónde está el PAN? El partido gobernante, sumido en una crisis y en medio de una cruenta lucha interna por su dirigencia nacional, fue enviado hasta el tercer lugar en los tres estados y, aunque apostaron a una ex priista en Quintana Roo, los blanquiazules simplemente no existieron. Y dentro de dos semanas en Hidalgo el panorama no les pinta mejor y también les espera el tercer sitio. Lo dicho: el PAN se contagió de los mismos males que aquejan a Los Pinos...Y a propósito de la casa presidencial, dicen que desde la cabañita se oyó una expresión que les salió del alma cuando vieron los dardos envenenados que les lanzó Pancho Barrio por aquello de que la pareja presidencial apoya sin recato alguno al precandidato Santiago Creel: ?A Pancho le salió lo apache?, dijeron molestos en la blanca casona... Se baten los dados. Apostamos a la Escalera.