El legendario faraón falleció aproximadamente a los 19 años, revela análisis de su momia
EFE
EL CAIRO, EGIPTO.- Tutankamón no fue asesinado, en contra de la versión más extendida hasta ahora entre los egiptólogos, según los resultados de los últimos análisis realizados a su momia, que no establecen, sin embargo, de qué murió el famoso faraón.
Los estudios efectuados por un equipo de nueve expertos egipcios, dos italianos y un suizo a las radiografías que fueron tomadas al cuerpo el cinco de enero no constatan que el faraón muriese por un golpe en la nuca, lo que se pensaba que había sido la causa de su deceso.
Según un comunicado divulgado ayer en El Cairo por el ministro egipcio de Cultura, Faruq Hosni, lo que se creía que era una fractura craneal es en realidad un fragmento óseo, sobre cuyo origen existen dos hipótesis.
La primera apunta al desprendimiento de una de las vértebras durante el proceso de la momificación, y la segunda baraja la posibilidad de que el fragmento se desprendiera cuando el arqueólogo británico Howard Carter sacó la momia del sarcófago, tras descubrir la tumba del faraón en 1922.
En contrapartida, los estudios detectaron una fractura en la parte inferior del fémur izquierdo que, en todo caso, tampoco fue la causa directa del deceso del monarca, al menos “desde el punto de vista científico y médico”, subrayó el especialista Ashraf Salim, uno de los expertos que han examinado los restos.
A juicio de los peritos, la fractura del fémur y la falta y rotura de algunas costillas fue ocasionado por “el maltrato” que sufrió la momia cuando Carter arrancó la máscara y las joyas de la momia.
“El fémur no presenta señales de derrame sanguíneo o de haberse soldado, y las fracturas del tórax Tutankamón no las sufrió cuando estaba vivo”, se subraya en la nota.
Los exámenes asimismo constataron que el monarca gozó en vida de buena salud, ya que el resto de los huesos no evidencian que sufriera enfermedades crónicas o desnutrición.
Los estudios sobre la dentadura confirman, además, que el soberano contó con “buen cuidado médico”.
Las radiografías probaron que el legendario faraón falleció aproximadamente a los 19 años, un cálculo que se basa en que los huesos de sus extremidades no alcanzaron a soldarse totalmente, y las suturas de su cráneo aún no se habían cerrado.
Pese a que los estudios no determinan la causa de la muerte del faraón, el jefe del Consejo Supremo de Antigüedades, Zahi Hawas, manifestó que estas investigaciones acabarán para siempre con la polémica que durante décadas protagonizaron los egiptólogos sobre un eventual asesinato.
“Después de estos estudios no habrá ningún motivo para hacer otros exámenes a la momia, por lo que ahora sí que descansará en paz en su tumba, tal como él pretendía”, dijo Hawas, quien, sin embargo, no se atrevió a hacer conjeturas sobre la causa última del fallecimiento.
Tutankamón fue un faraón de poca importancia histórica, ya que sólo reinó diez años -del 1333 al 1323 antes de Cristo- sin que en los registros haya quedado de su mandato ningún hito.
La fama del joven soberano se debe, no obstante, a que su ajuar fúnebre ha sido el único que ha llegado íntegro a los tiempos modernos, ya que casi todos los enterramientos del Valle de los Reyes, -cercano a Luxor, al sur de El Cairo y donde se encontraba la tumba-, fueron saqueados durante la Antigüedad.
Las espléndidas joyas, los delicados muebles y la máscara de oro puro hallados en su cripta, que en la actualidad se exhiben en el Museo Egipcio de El Cairo, componen el más fabuloso tesoro funerario que se conserva del Egipto faraónico.