BERLÍN, ALEMANIA.- Azotado por las críticas por fracasar en el cumplimiento de su promesa de batir al ciclista estadounidense Lance Armstrong, el alemán Jan Ullrich se ha convertido en objeto de amor y odio para millones de germanos.
Cualquier cosa que sea menos que la camiseta amarilla de líder en el Tour de Francia es insuficiente para los medios de comunicación alemanes y muchos aficionados al ciclismo se han mofado de las declaraciones de Ullrich después de cada etapa, como si fueran excusas.
"En Alemania siempre hay críticas si no ganas", dijo esta semana Ullrich, que está en la cuarta posición en el Tour de Francia, al periódico Die Welt de su país.
"Siempre se te critica, incluso si vas en el segundo puesto. Siempre es exagerado. Si se consigue, eres el mayor héroe del mundo, pero si no, descargan toda la culpa sobre mis hombros", agregó.
Ídolo nacional desde que se convirtió en el primer alemán en ganar el Tour en 1997, lo que provocó una explosión del ciclismo en su país, Ullrich fue segundo detrás de Armstrong tres veces.
Las esperanzas de conseguir el esquivo título este año se desvanecieron en la primera etapa cuando finalizó más de un minuto por detrás de Armstrong. Las críticas surgieron después de que afirmara que había chocado con la ventana de un automóvil mientras entrenaba el día anterior.
"Las excusas de Ullrich me aburren", dijo Rudi Altig, ex campeón alemán convertido en comentarista de televisión.
"Esperas y esperas mientras todo el mundo dice que está más fuerte que nunca. Gana más de 300,000 dólares al mes y no le devuelve nada al deporte".
QUE JUEGUE AL AJEDREZ
Después de culpar al choque con la ventana trasera del vehículo de su equipo por la mala actuación en la primera etapa, Ullrich dijo que su incapacidad para seguir el ritmo de Armstrong y otros líderes en las montañas se debía a "demasiado ácido láctico".
Otro día afirmó que estaba "demasiado hambriento".
El alemán tuvo un segundo choque en un descenso en la novena etapa que le magulló varias costillas, y en esta ocasión dijo a la televisión alemana que fue causado por "una ráfaga repentina de viento".
Altig atacó de nuevo a Ullrich. "¿Cómo puedes decir que te golpeó el viento? Si quieres ganar tienes que concentrarte todo el tiempo. Su cuerpo es suficientemente fuerte, pero mentalmente no lo es. Debería retirarse del ciclismo y en su lugar jugar al ajedrez".
Ullrich, de 31 años, ganó 37 segundos el jueves sobre el tercer clasificado de la carrera, Michael Rasmussen, y espera alcanzar al corredor danés, con un minuto y 12 segundos de ventaja, en la contrarreloj individual de hoy.
