Carece de importancia la aportación a la campaña de Ismael; el titular de Salud colabora por convicción
La relación amistosa de José Ramón Enríquez Herrera con Ismael Hernández Deras se remonta a su época de estudiantes de preparatoria; posteriormente coincidió que ambos fungieron en el mismo periodo como dirigentes universitarios. El ahora Gobernador del Estado regía a la comunidad estudiantil de la Facultad de Contaduría y Administración; por su parte, el actual Director General de los Servicios de Salud de Durango era líder de la Facultad de Medicina.
Reconocido oftalmólogo entre cuyos pacientes figuraba el padre del ex presidente de la República Carlos Salinas de Gortari, acepta que no tiene la necesidad económica de trabajar como funcionario estatal; no obstante, su desempeño en esa área se debe a la invitación realizada por el titular del Poder Ejecutivo en la entidad.
Sin pertenecer a ningún partido político, el galeno manifiesta que su meta es convertirse en el mejor secretario de Salud en Durango; sin embargo, existen voces que dan fe de su anhelo de convertirse en gobernador.
¿Cómo se siente dentro del gabinete de Gobierno?
Muy satisfecho como duranguense porque percibo que todo un equipo de trabajo está aprovechando la oportunidad que le da el propio Gobernador para darle servicio a la comunidad.
¿Qué tal le va en las reuniones de evaluación de cada lunes?
Me ha ido excelente. Yo creo que eso ha sido público, el reconocimiento que le da el propio Gobernador a la Secretaría de Salud en cuanto a avances, a participación, porque él es quien más lo palpa en los municipios. Debemos de entender que el contexto del estado son 39 municipios y en esa parte de los lunes me he sentido muy grato, muy en un ambiente de intenso trabajo. Ha habido momentos de presentar situaciones que nos permiten tener la aprobación para seguir trabajando en bien de la Secretaría. No percibo ningún regaño, estamos conscientes de cuál es el reto generacional.
-Se habla de pugnas internas y que usted ha formado un bloque con su colega Luis Enrique Benítez Ojeda...
No, aquí somos un equipo no de dos, ni de cinco, es un equipo muy amplio, que son diversos ámbitos y en lo personal yo tengo una excelente relación con todos. He ido conociendo a los que no participaron dentro de la precampaña y la campaña, hemos ido construyendo una amistad en beneficio de un equipo de trabajo. Esas reuniones continuas nos permiten conocernos, tratarnos, vincularnos en nuestro trabajo cotidiano.
-¿Es usted problemático?
Me considero una parte dentro del gabinete que le da respuestas a Durango. Yo soy un visionario que tiene bien claro cuál es su momento y siempre he sido de resultados.
-Mucho se dice que ya inició su campaña con miras al Palacio de Zambrano, ¿quiere ser gobernador?
Será que hablarán de la campaña de vacunación, que por cierto tenemos una excelente cobertura. No hay que confundir el intenso trabajo con campaña política. Es bien claro que como duranguense me toca una responsabilidad.
He dejado todos mis proyectos personales porque este trabajo es de muchas horas diarias. Mi impulso en el trabajo es mi autoexigencia, no hay quién me presione para hacer el trabajo. Yo no soy miembro de ningún partido político, eso de alguna forma me permite relacionarme con cualquier autoridad sin importar su ideología, es una ventaja en estos tiempos.
En esta parte de la política es la primera oportunidad que tengo de participar en un gobierno; creo que es demasiado aventurado hablar de este tipo de situaciones. Yo siento que mi mejor perfil es como médico.
-Ciertamente usted no tiene la necesidad económica de trabajar en el Gobierno, ¿por qué aceptar un cargo así?
Porque me ha invitado un amigo, me ha convencido de que su programa de trabajo es lo que necesita Durango y sería muy egoísta de mi parte no contribuir en esta fase de desarrollo. Por supuesto que si por ingresos hablamos, obviamente que mi profesión afortunadamente, por tener tres posgrados, por realizar tratamientos muy complicados y especiales que no se pueden realizar algunas veces en muchos estados de la República, como lo es la cirugía de retina, me ha permitido tener ese tipo de ingresos que a comparación de un servidor público pues son más. Pero creo que eso es una muestra de deseo de contribuir.
José Ramón Enríquez Herrera aportó capital a la campaña de Ismael, ¿cuánto invirtió?
Creo que fue de buena voluntad y no fue importante la cifra. Creyendo en un proyecto, en un líder, por supuesto que las cosas se dan muy fáciles. El hecho de que contribuí de alguna forma material, pues eso hacía querer mucho a este proyecto. Ésa fue mi contribución cuando así se requirió; yo creo que no fue ni mucho ni poco, es una contribución sencillamente.
Ni lo he cuantificado ni mucho menos. Lo principal es que de buena voluntad lo hicimos.
-¿Siendo Secretario de Salud aspira a tener el poder de todo el gremio médico de la entidad?
Los médicos son mayores de edad, son personajes de una sociedad. Es el liderazgo menos cuestionado entre la población. De modo que con todo respeto me dirijo a los gremios porque creo en ellos, fui su dirigente, sé su problemática.
Yo creo que ya fui presidente, ya me tocó. Ya tuve liderazgo del Colegio de modo que debe haber y respetar ciclos. Ahora le toca al doctor Guillermo Burciaga Alvarado y él tiene que conducir todos los esfuerzos de la comunidad médica; a mí ya me tocó hace prácticamente diez años.
-Al principio de la administración se anunció con ?bombo y platillo? la construcción del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer pero en vísperas del Primer Informe de Gobierno aún no se concreta. ¿Se siente frustrado por esto?
No, al contrario. Durango no tenía ni los recursos, ni la planeación de un nuevo hospital. Nosotros llegamos y construimos el proyecto. Ya tenemos recursos, ya tenemos el proyecto, ya tenemos el terreno. Es un trabajo de mucho tiempo, muchas horas, desvelos del equipo técnico. Nosotros no le apostamos a los meses, sino a cumplir con la obra. Lo importante es terminarla.
El Gobierno del Estado como propuesta tiene seis años para construir un hospital. Nosotros ya vamos en un proyecto de 15. Había un compromiso en campaña por parte del Gobernador de construir un hospital; en este momento podemos decir que estamos muy lejos de esa propuesta, de ese compromiso.
-Entonces ya rebasaron las promesas hechas por el Gobernador...
Por supuesto y las hemos rebasado trabajando con él. Hemos tenido su apoyo.
-¿Se visualiza dentro del equipo de trabajo de Ismael después del 12 de septiembre?
Por supuesto que sí. Estoy en el trabajo intenso, no veo diferente el 12 de septiembre al 13 de septiembre. Creo que son cuestiones muy claras. Mi trabajo tiene dos rutas: una, las decisiones del propio Gobernador; pero también veo otra, que son las decisiones del Secretario de Salud, porque en el proyecto de vida, nosotros somos responsables de lo que hacemos, pensamos y eso se llama congruencia.