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Un IFE ciudadano/Del tintero

Fidencio Treviño Maldonado

Cada vez que se llevan a cabo elecciones en algún rincón de la República Mexicana los diferentes órganos de efectuar el proceso son cuestionados por la sociedad y las diferentes Cámaras. Para el partido que triunfa; la democracia estuvo garante en la contienda. Para los perdedores: hubo fraude y los culpables directa o indirectamente son el IFE, el Gobierno y desde luego las trampas del que resultó ganador.

Por décadas los órganos encargados de llevar a cabo elecciones eran los mismos tentáculos del Gobierno (en algunos estados siguen igual), sus trabajadores de las diferentes dependencias eran sin empacho quien al fin y al cabo decidían quién sería el vencedor, inclusive se comentaba que México era el único país del mundo donde un año antes de efectuar elecciones para presidente de la República ya se sabía quién era.

A partir de 1988 con el fraude y la “caída del sistema” por parte de los priistas como árbitros y encargados de efectuar este proceso para elegir presidente, entre los candidatos por Carlos Salinas de Gortari (PRI) y por el desparecido Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, ahora el PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, el cual después de 17 años le comunican que sí fue el vencedor, cosa que todos sabíamos y que nunca pudieron tapar por más tierra que le quisieron echar los priistas al fraude por parte de este instituto gubernamental.

Más allá de los fraudes en que se ven inmiscuidos algunos integrantes de estos institutos, el caso del Estado de México, Yucatán o Querétaro, por citar algunos y ante esto están el gasto excesivo ya que las elecciones que se celebren en nuestro país y guardando toda proporción para lo que se va elegir (presidentes municipales, diputados, senadores, gobernadores o presidentes para la República) son las más costosas del mundo, esto desde luego pagado por dinero de los ciudadanos.

El caso más reciente fue Durango donde cada voto costó sólo por el gasto del IFE y demás órganos estatales $476.00 pesillos cada uno, para que al fin de cuentas sólo votara el 37 por ciento, fue una burla.

En Coahuila pasó algo parecido con el gasto de los funcionarios de este instituto (IFE), que va desde el sueldazo y dietas para disponer a diestra y siniestra el dinero en pos de consolidar la tan trillada, sobajada y moribunda democracia.

Una de las soluciones sin duda sería que el IFE se convirtiera en un órgano nacionalista y republicano compuesto por ciudadanos de la sociedad, nada que ver con compadrazgos, prebendas y pago de favores al Gobierno en turno y si por ejemplo que los integrantes de este consejo u instituto no pertenezcan a ningún partido o en su currículo estos aspirantes para ocupar un puesto en el IFE no estén vigentes en la función pública, ni que en un momento dado hayan ocupado un puesto de elección.

Estos organismos además de árbitros deberán ser órganos que regulen desde los excesivos gastos hasta el castigo para los métodos perversos que los diferentes partidos utilizan, antes, durante y después del proceso celebrado.

El país cuenta con miles de profesionistas y ciudadanos honrados, inteligentes y capaces de desarrollar y llevar adelante las acciones que estos órganos efectúan, dichas personas serían elegidas por la sociedad y no por el mismo Gobierno o la cúpula y desde luego con menos gasto (sueldos) y más transparencia, cosa que como están los asuntos en los procesos electorales en la actualidad son cada vez efectuadas con menos credibilidad para la sociedad por su corrupción y por lo tanto cuestionadas muchas de las personas que componen estos institutos (IFE y Trife), siempre impuestos por los de arriba, soslayando la sociedad, caso concreto muchos de los miembros del IFE en el Estado de México y más recientemente en Coahuila con un instituto muy cuestionado y que como árbitro en la contienda pasada del 25 de septiembre, dejó mucho que desear.

La cosa se ve sencilla y la palabra la tienen los abogados, profesores, ingenieros, arquitectos, comunicadores, comerciantes, amas de casa, obreros, estudiantes en edad de votar, las diferentes cámaras y desde luego la ciudadanía en general, siempre y cuando al quedar conformados se dejen fuera a los diferentes líderes, los ex funcionarios públicos, los chapulines que se dicen representantes fantasmas de los partidos y otras recuas que raudos acuden cuando se forma una organización y en un santiamén echan todo a perder, como a lo largo de la historia ha quedado demostrado.

Mientras estos órganos no se conduzcan como un organización en la que los ciudadanos sean quienes lleven las riendas de los diferentes Institutos Electorales, los problemas para buscar la democracia aumentarán y cada día se verá más lejana y las impugnaciones estarán a la orden del día y más allá de las recursos y protestas por parte de los perdedores en las contiendas, está la crisis galopante que por causa de estos cuestionados árbitros, el país sigue sumido y atorado en el oscurantismo.

La propuesta tendrá desde luego que estar sustentada por personas que conozcan los tejes y manejes de la tan embrollada Ley Electoral y que en la sociedad hay muchas personas con ética y moral que fácil harían y llevarían en sus manos el destino de algo que está en tela de duda y al filo de movimientos sociales causados por los fallos emitidos por algunos Institutos Electorales en los diferentes estados, casi siempre impuestos o compuestos por las mismas autoridades, (el gallinero al cuidado de los lobos).

Correo-e: linga_1031@hotmail.com

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