EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Para romper con los medios convencionales de la pintura, Óscar Mendoza transforma sus acuarelas en arte abstracto de gran formato.
La exposición de acuarelas y pinturas con técnicas varias se titula Instante y Parámetro, Aleatorios, misma que será inaugurada el próximo jueves siete de junio en punto de las 8:30 de la noche, en el foyer del Teatro Nazas.
La muestra es llevada a cabo por un interesante intercambio cultural, que se pretende sea continuo, con el Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED).
El instante al que se refiere el título de esta muestra alude a esa fracción de tiempo en la que la gestación se da, en la que lo nuevo irrumpe en el escenario de la vida, en forma fetal, germinal, y que Óscar usa como metáfora de su descubrimiento perceptivo del más allá de las apariencias, de lo nuevo detrás de lo viejo, de lo invisible detrás de lo visible.
Metáfora que concreta y desarrolla como tesis, siempre en forma simbólica a través de puertas que dejan ver segundos planos, de desgarraduras que muestran atrás de ellas pieles nuevas, de visiones que desveladas nos muestran, más allá de las puertas de la percepción normal del ser humano, las posibilidades de percibir otros mundos.
Son puertas y son ojos que detrás procesan lo mirado en complejas redes neuronales, son bocas que detrás llevan el paladar y el gusto, son oídos que hacen del cerebro caja de resonancia, son apariencias desnudas. La cáscara de naranja se pela para dejar ver los gajos, las semillas, su jugo.
Las pinturas de Óscar Mendoza, como en el arte del sastre o tapicero, son rotas y cosidas a un fondo, y evocan -tal vez sentimentalmente- el oficio de su abuelo sastre, pero también, más fríamente, la cultura material que se desprende de la industrialización, al menos formalmente, pues esas telas de pinturas satinadas parecen ropajes de vinil, cascos de motociclista de rígidos acrílicos, minifaldas de plástico, es decir, no son obras que consientan trabajar con los elementos naturales del arte informal, como el de Saura o Tapies, sino obras que tras la primera superficie, a veces de suave textura y sutiles grafismos.
La sociedad post-industrial se oculta y manifiesta en los tapices pintados de Óscar, agresiva pero sofisticada; brutal, pero dueña del conocimiento acumulado por siglos de historia del arte.
En los tapices plásticos del artista la unidad de medida equivale a un retazo de percepción, de gusto.
Por otra parte, en las grandes acuarelas vemos al maestro de la mancha y del color; en ellas el azar es manejado con escasos márgenes de racionalidad, aunque con una precisión de método creativo capaz de imponer un orden al caos; también en ellas la paleta del pintor, exquisita, celeste y terrestre, seduce con sus visiones donde lo invisible adquiere la apariencia de la sensualidad, donde lo informal provoca nuestra capacidad paranoica para ver imágenes donde no existen, y donde el color genera escenarios visuales gordos de belleza.
Es en estas obras donde la destreza plástica del autor hace gala de sus recursos expresivos, técnicos y formales, y donde a partir del instante de la gestación artística, la comparación entre una obra y otra resulta imposible porque nos quedamos sin parámetros; así, en forma aleatoria, el creador conjura su propia diversidad estilística, la paranoia de su esquizofrenia creativa, en la unidad de estilo que surge de su quehacer artístico.
En corto...
La muestra de acuarelas de Óscar Mendoza se titula Instante y Parámetro, Aleatorios y será inaugurada en Torreón.
Día: jueves siete de julio.
Hora: 8:30 de la noche.
Lugar: foyer del Teatro Nazas.
Permanencia: mes y medio.
FUENTE: Teatro Nazas