En Santa Rita cada vez presenciamos un buen desempeño en los entrenamientos. El ambiente es el apropiado para trabajar sin presiones y con alegría, por ello no nos explicamos cómo se falla a la hora de los partidos, sobre todo foráneos.
Hay una buena planeación, tanto física como futbolística. Primero se trabaja en forma bien llevada la parte muscular, yendo de menos a más en cada sesión. Cuando a mitad de semana llega el interescuadras se pueden ver los avances.
Esta última derrota, ahora ante Potros, ha dejado huella, pues se ve más aplicación en las rutinas que se elaboran. Hay más atención en el trabajo de la zona defensiva, por donde está llegando el rival, a veces con gran facilidad.
Mucho se ha insistido en el accionar de la media cancha, pues ahí están los puntos de referencia, por donde pasa el balón hacia atrás o adelante, y donde debe existir el equilibrio para apoyar debidamente en cada función.
En el pizarrón están los movimientos del Pachuca esta semana. Se vio y se analizó la forma en que los Tuzos estuvieron reaccionando ante las Águilas, y yendo abajo supieron nivelar las acciones, cuando ya parecía que América ganaba en el Hidalgo.
Pachuca mostró el domingo que sabe moverse vertiginosamente hacia delante, lo que sorprendió al rival, que parecía dispuesto a celebrar, sobre todo cuando anotó Cuauhtémoc Blanco, pero Jared y Vidrio aparecieron contundentes a la ofensiva.