Aunque el América es un equipo que despierta polémicas y retira simpatías con su forma de conducirse, especialmente bloqueando e impidiendo el trabajo de los medios informativos, hay que reconocer por otra parte sus avances en el terreno futbolístico.
Es cierto también que no pudo definir muchos partidos, conformándose con los empates, como ocurrió en sus dos últimos encuentros con Santos, pero también destaca el juego vertical de los azulcremas, con esos pases largos y muy bien dirigidos.
Un sistema muy a la europea que podría darles muy buenos dividendos si lograran afinar algunos puntos importantes, tanto a la hora de defender y muy especialmente a la de atacar, por tantas oportunidades que desperdician unos y otros.
Ver jugar al América, sin apasionamientos, sino analizando solamente su futbol de precisión, es algo que podría ser agradable, especialmente si Mario Carrillo logra mejorar algunos puntos que estorban en su equipo, que se siente muy sobrado y suficiente.
Gente como Pavel Pardo, Germán Villa y el mismo Cuauhtémoc Blanco le han dado un ritmo interesante, notándose la experiencia y calidad de gente que ahora sí está brillando con buenos balones y muchos servicios, como son los casos de Claudio López y Kléber Boas.
Si el América logra aprovechar todas las oportunidades que se generan desde atrás, podría ser uno de los aspirantes fuertes al título, de lo contrario se quedaría empantanado en los famosos empates que lo convirtieron en el rey de esta especialidad.
