Este es tiempo de exámenes, y hoy la Selección Mexicana tiene el más difícil de todos en su nueva época. Se enfrentará a Brasil, que ya dejó un triste recuerdo en la última confrontación, en aquella fecha en que Adriano hizo goles y todo lo que quiso.
Esta prueba es como aquellos a los que usted y nosotros nos teníamos que enfrentar. A veces eran las matemáticas, otras la física o la química. Así, los tricolores saben que ante los amazónicos no hay que tener descuidos y jugar con atención y actitud.
Ricardo Antonio La Volpe tenía dudas sobre los hombres idóneos para el partido de hoy, sobre todo en la zaga y la cintura, donde podría pesar la ausencia de Rafael Márquez, y quedó definida ya la de Hugo Sánchez Guerrero, quien regresará para operarse.
Carlos Alberto Parreira está intranquilo porque ha visto a México en sus últimas actuaciones y sabe que si los tricolores saltan inspirados y decididos podrían complicarle las cosas. Ya se le ha ganado a Brasil, pero esta vez no se ve tan fácil hacerlo.
En caso de perder hoy, quedaría para los mexicanos la esperanza contra Grecia, pues necesitan de un punto más para aspirar a seguir dentro de la competencia. Pero lo mejor es salir a buscar un buen resultado ante este sinodal exigente y testarudo.
Aquí hay que seguirle dando vuelo a la rumorología combinándola con el juego de atínele a ver quién es. Esto con relación a los nuevos refuerzos del Santos Laguna, algo que es ya tradicional cada vez que se presentan estas situaciones. ¿Será melón, será sandía?.