Otra vez un tiro penal fallado, esta vez por Ricardo Osorio, zaguero del Cruz Azul, impide que México llegue a la final de la Copa Confederaciones, al perder con Argentina en un partido de toma y daca, que puso sumamente nerviosos a los pamperos y que sufrieron para ganar.
Queda el consuelo de conseguir el miércoles el tercer lugar ante Alemania, partido que servirá a Ricardo Antonio La Volpe para seguir preparando a la Selección para la final de la eliminatoria rumbo al Mundial, antes de hablar de la gran justa del año próximo.
Fue el de ayer un partido peleado, en el que los mexicanos siguieron mostrando avances significativos, tanto en marca como en ofensiva, lamentablemente el silbante italiano Roberto Rosetti no marcó un penal a favor de los nuestros y nunca expulsó a Coloccini.
Este jugador propinó primero un golpe en la cabeza con su zapato a Jared Borgetti y después arrollaría al mismo Jared y a Ramoncito Morales, abriéndole una ceja, lo que obligó a sacarlo de la cancha cuando mejor estaba jugando.
Todo iba muy bien para los nuestros, llegaron los tiempos extras y México, por conducto de Carlos Salcido, ayudado por Coloccini, se fue arriba en el marcador, pero Luciano Figueroa empató y obligó a ir a los penales, y ahí, al anotar los primeros cinco México parecía superar etapas.
Pero vino la ronda de muerte súbita y Ricardo Osorio entregó en las manos de Germán Lux, aquél que viniera aquí con River, y después Esteban Cambiasso anotó el que le daba el pase a Argentina para medirse en la final contra Brasil, donde saldrán chispas.
