¿Qué pasó con Santos?, habían transcurrido sólo dos minutos, se recibió el primer gol por la vía del penal, anotado por Walter Gaitán, y el conjunto de la Comarca desapareció de la cancha. Era solamente una sombra que andaba detrás de los jugadores de Tigres, sin idea ni ambición.
Y los visitantes encontraron abierto un gran túnel por el lado derecho de donde atacaban y por ahí se fueron rumbo a una victoria que les resultó fácil, barata, sencilla. Santos no fue el que hemos visto en los dos primeros partidos ni el que trabaja en Santa Rita.
Este mismo día seguramente habrá una reunión larga en el vestidor, o al fondo de la cancha, donde solitarios, técnico y jugadores tendrán que sincerarse y establecer qué es lo que sigue, mientras que cerca deberían estar los directivos involucrados en el trabajo del equipo.
Y mientras los jugadores se perdían en la cancha, en las tribunas la gente se metió fuerte en contra del técnico Eduardo ?Yayo? de la Torre pidiendo su salida, algo natural y muy normal en estos casos y que podría aumentar de tono si las cosas siguen de mal en peor.
Del mal partido que jugó ayer Santos sólo hay que decir que Gaitán anotó dos goles y pudieron ser más, otro Sancho y cerró la cuenta, para variar, Saavedra. El quinto fue anulado por fuera de lugar, en tanto que Jair estrelló un balón en el poste y de penal hizo lo mismo Vuoso.
Nunca habíamos visto a Santos jugar tan mal. Hay tardes malas pero aparece la voluntad de reponerse, ayer Santos desde el minuto dos parecía un boxeador tendido en la lona viendo y esperando los golpes por cualquier lado, y conste que Tigres no hizo un gran partido.