Santa Rita fue el escenario donde creció una de las figuras grandes de nuestro futbol. Muy joven llegó ahí Jared Borgetti lleno de ilusiones y sueños, y a base de constancia, esfuerzo y trabajo, sin tener un límite, fue adquiriendo la capacidad para hacer goles de todas las formas imaginables.
Cuando terminaba el entrenamiento, era común verlo que le pidiera al arquero y a un jugador que se quedaran con él para practicar los tiros a gol. Todos aceptaban gustosos. Muchos compañeros lo ayudaron a alcanzar ese grado de excelencia que requieren los campeones.
Hombre de carácter fuerte, se convirtió después en el capitán del equipo. Hubo muchas tarjetas para él porque a veces los reclamos eran airados y algunos silbantes son muy quisquillosos, sin embargo también en este renglón fue madurando para poder ayudar más al equipo de sus amores, el Santos Laguna.
A todos les gustaba trabajar con él, pero recordamos muy especialmente a Héctor Altamirano y a Adrián Martínez, que prolongaban el tiempo para que Jared fuera puliendo sus famosos tiros a gol. ?El Pity? le mandaba centros ideales y Adrián le exigía mucho bajo los postes.
Luego vino otra de sus facetas que no se debe de olvidar. Se involucró en campañas de atención a la juventud y apadrinó la supervivencia de una casa para adictos en San Pedro de las Colonias, en un proyecto denominado Ave Fénix, del que sigue ocupándose periódicamente.
A la gente trabajadora que se esfuerza, que es de bien, le tiene que ir mejor donde esté. Jared estará ya este domingo en la banca del Bolton de Inglaterra y podría tener su primera oportunidad de aparecer en acción vistiendo la camiseta de un equipo que como él, sueña con la gloria.