A estas alturas del torneo, al Santos le tienen bien tomada la medida. Saben los rivales en turno dónde están sus fallas y por ahí se abocan a causarle problemas al conjunto de la Comarca, robarle puntos y hasta sacarle triunfos del bolsillo a la vista de todo mundo.
Cuando terminó el primer tiempo del partido del domingo en el Corona, Daniel Guzmán sacó sus apuntes e hizo cambios adecuados. Al reanudarse las acciones, estaba en la orilla de la cancha insistiendo en cómo debían moverse sus jugadores.
Para Daniel Osorno había recomendaciones especiales, y sobre todo para Danilo, quien desde la primera parte hacía incursiones una y otra vez al frente, pero le faltaban servicios por donde había huecos, o sea por el centro de la cancha.
Danilo se movió al frente y Osorno le mandó el balón para que el brasileño anotara el primer tanto. Por ahí estaba la puerta. Luego una y otra vez Juan Carlos Medina insistió con sus centros al área desde banda derecha, y uno de ellos lo prendió ?El Tripa? Pérez para el empate.
Eso mismo intentará el viernes Eduardo Acevedo en el Tres de Marzo. Buscará los embates letales de Eliomar Marcón y de Eduardo Lillingston, quienes se han reencontrado con el gol y el técnico uruguayo explotará las habilidades de Juan Pablo Rodríguez.
Ya no hay partidos fáciles y Santos ha dejado ir las oportunidades como agua por entre las manos. Desde Morelia no ha podido controlar el balón mucho menos los partidos, y ojalá no haya entrado ya la resignación en el plantel que antes era llamado de los Guerreros.