Si se piensa que Veracruz, por su mala campaña, es un rival a modo para sumar puntos, están equivocados. El equipo del puerto mostró ante el América que merecía la victoria, luchó, se entregó y su único gol lo logró con un muy buen escopetazo de Biscayzacú.
Víctor Manuel Vucetich ha tratado de enderezar la nave, que se desdibujó sin gente importante como Cuauhtémoc Blanco, que le había dado un gran respaldo no sólo al ataque jarocho sino también un orden en su idea futbolística que lo llevó al superliderato.
Eran los tiempos en que los Tiburones Rojos, teniendo como presidente al señor Herrerías, se daba el lujo de no presentarse a los partidos, aun perdiendo los codiciados tres puntos. Creían que llegaban fácilmente al campeonato de la mano de Wilson Graniolatti.
Pero el futbol es veleidoso, y el título se lo tenía reservado a los Pumas de Hugo Sánchez, hoy prácticamente eliminado de toda posibilidad de sumar el tercer campeonato al hilo. Veracruz se desdibujó y ya no fue el mismo, teniendo que salir el señor Herrerías y Graniolatti.
sin embargo, el conjunto del puerto tiene hombres importantes que saben luchar, que no dan por perdidos los partidos, como lo veremos este domingo en el Corona, cuando Santos seguramente batallará para conseguir la victoria y acercarse a la liguilla.
Ojalá Santos conserve su calidad de invicto en casa, y que con el apoyo de su afición vuelva a jugar con entrega y atención, porque el campeonato se acaba, y doce puntos que le quedan en disputa podrían ayudarle a entrar otra vez a una liguilla.
