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Un plan ranchero

Gilberto Serna

No estaba seguro que el candidato del PRD, no obstante las encuestas que lo colocan como puntero en la carrera que llevará como premio la Presidencia de la República, tuviera en su bolsa el triunfo. Durante todo lo que va del año las empresas que se dedican a muestrear el sentir de la ciudadanía le daban reiteradamente diez puntos, por arriba de su más cercano competidor.

No dudamos que eso sea lo que tiene a sus opositores con el ánimo por los suelos que los lleva a adoptar medidas desesperadas que, por el momento, se concretan únicamente a buscarle la cuadratura al círculo. Fíjese usted si no. A través de las Cámaras legislativas se busca otorgar una supuesta autonomía a organismos financieros del país, reformando el texto de los Artículos 25 y 31 de la Constitución. Le digo supuesta porque en realidad estarían al servicio de intereses nefandos.

Usted advertirá que son de esas iniciativas con dedicatoria política que demuestran que, en cuestiones de decencia, nada ha cambiado en este país. Nos la pasamos hablando de democracia para a fin de cuentas quererla sólo si gana fulano pero no si lo hace zutano. Para eso adelantándose a lo que pueda suceder, toman la decisión de ponerle “candados” al sistema financiero para impedir que, si el próximo presidente resulta ser López Obrador, pueda decidir el rumbo económico del país.

Deja en claro lo que no es sino una maniobra, de las muchas que se han dado en este sexenio, para nulificar a un candidato considerado de izquierda. La derecha está asustada porque últimamente tiene pesadillas en las que se ve que sobre su cabeza se cierne el fantasma de la derrota, personificada en el candidato del PRD.

Son capaces de todo con tal que la ciudadanía no elija al tabasqueño, queriendo encerrarlo entre barrotes para lo cual quieren crear un cuarto poder, que le sujete a los dictados de la política neoliberal si acaso accede al cargo de presidente.

Esto tiene de malo que demuestra, fuera de toda duda, que el Poder Legislativo está al servicio de los intereses de la oligarquía. Estuvieron dispuestos a aceptar la alternancia cuando les favoreció. Le quieren enmendar la plana al pueblo que, en el último de los casos, es el que en una democracia decide con su voto.

Están aterrados ante la posibilidad que gane la izquierda en México. Han pretendido meterle al abanderado del PRD zancadilla tras zancadilla sin que hasta ahora lo hayan hecho tropezar. Empezaron con videograbar a dos de sus colaboradores en actividades que demostraban falta de probidad. Después vino lo de la desobediencia a un mandato legítimo de autoridad. En ambos asuntos sus enemigos políticos tuvieron que salir con la cabeza gacha y el rabo entre las piernas. Le hicieron lo que dice el dicho popular le hace el viento a Juárez.

Lo que no quieren saber las autoridades es que la próxima elección o se respeta el voto popular o las consecuencias pueden ser tales, que modifiquen la forma de vivir de los mexicanos. No pueden ocultar sus contrarios el pesimismo considerando, en este momento, que no tienen oportunidad de ganar en las urnas. Se trataba de “blindar” el sistema financiero del país. Por lo pronto tuvieron que echar reversa.

Había el deseo no oculto en que el presidente actual, con el aval del Senado, designara como ocurre en el Banco de México, a los titulares de las instituciones financieras alargando su permanencia de un sexenio al siguiente.

Lo que puede decirse, a la luz de los acontecimientos, es que en esta vez la pólvora estaba mojada por lo que la escopeta no pudo disparar. Una reforma con indudables tintes políticos que no dejaba satisfechos ni a unos ni a otros. Al candidato del PAN Felipe Calderón, le pareció que le estaban serruchando el piso al considerar que se reconocía implícitamente que él no tiene la calidad que se requiere para ganar, pues se estima que será AMLO quien lo obtendrá, elaborándose este “Plan Ranchero” dirigido a maniatarlo para el caso en que resultara electo, con la circunstancia, cabe decir, que el grillete sería para cualquiera que obtuviera el mayor número de votos. Cosas Veredes, Mío Cid.

Nota bene.- Cosas veredes que farán fablar las piedras, viene en El Cantar del Mío Cid. Se refiere a la fábula que rodea a Rodrigo Díaz de Vivar, personaje conocido como el Cid Campeador. Siglo XII.

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