SUN-AEE
NUEVA YORK.- Todo viaje a Nueva York debe comenzar por el mirador del Empire State Building. Sirve para orientarse espacialmente y para dimensionar a dónde se ha llegado.
Bocinas a lo lejos, gente corriendo, multiculturalismo en marcha, luces de teatros insomnes, urbe en constante movimiento, soberbios rascacielos aglomerados en pocos metros cuadrados de isla donde, sabemos, se deciden muchas cosas de la economía mundial. Al fondo, una mancha verde -en el Verano- con museos y pasto: Central Park.
Derrumbadas las Torres Gemelas en 2001, el Empire State ha recobrado su título como el punto más alto de la ciudad.
No se sabe si es mejor ir de día o de noche, porque ambas vistas son espectaculares. Domina, en 360 grados, la isla.
De preferencia rente un audioguía que le explique qué está viendo en cada uno de los cuatro puntos cardinales.
Hay opción en español, que explica muy bien la ubicación e historia de los ?borroughs? o grandes condados de Nueva York (Manhatan, Queens, Bronx, Harlem, Brooklyn).
Lo ?chocante? son los mensajes ideológicos como ?éste es el país de las libertades?, ?no hay más tierra libre que América?, ?ésta es la tierra de paz y amor a los hombres?, ?aquí Dios ha puesto sus ojos?.
Cuenta con su tienda de recuerdos y fotos de las películas filmadas ahí, como Slepless Seatlle, con Tom Hanks y Meg Ryan.
EL MIRADOR
La renovada opción de mirador en la ciudad, es la experiencia Top of the Rock, que este Otoño abre sus puertas entre el piso 67 y 70 del Rockefeller Center. De hecho es una reapertura, después de 20 años de estar cerrado.
En la plaza principal de este edificio se prende a fin de año el más famoso de los árboles de Navidad y sus oficias albergas la sede del Associated Press y estudios de televisión de la NBC -desde donde se transmiten programas como Saturday Night Live-. Cada día pasan por esta plaza más de 250 mil personas.
La vista es espectacular, aunque 20 pisos menor al del Empire State Building. También se puede disfrutar de una panorámica de 360° de la principal isla neoyorquina.
Hacia el norte se ve el Central Park, Harlem y el perfil del George Washington Bridge, atravesando el río Hudson en el extremo de la isla de Manhattan.
Al oeste, las luces siempre prendidas de la vía láctea de Broadway y hasta Hoboken, en Nueva Jersey, donde nació Frank Sinatra.
Al este, el ángulo cortado del Citicorp, el barrio exclusivo de Sutton Place, y cruzando el East River, el distrito de Queens, donde se mantiene la casa de Louis Armstrong con su trompeta eterna.
Y hacia el sur también el propio Empire State, el Madison Square Garden, el bosque de moles de cristal en Wall Street rodeando el baldío del Ground Zero dejado por las Torres Gemelas y hasta la punta donde sale el ferry a Staten Island, la excursión gratuita y formidable para verlo todo a ras del agua.
HISTORIA Y TECNOLOGÍA
La terraza original del Empira State Building data de 1933, al desarrollarse el complejo Rockefeller Center, que a su vez se puede recorrer en un tour, entre las calles 48 y 51.
Las nuevas instalaciones que se abrirán antes de fin de año no serán una simple restauración, sino un prodigio de alta tecnología diseñado por los arquitectos de Gabellini y Asociados.
El visitante accede a los nuevos seis pisos del observatorio a través de la fachada principal, en la calle 50 entre las avenidas Quinta y Sexta.
La venta de entradas se hará en las réplicas de los siete quioscos de bronce en el vestíbulo, o vía Internet en www.topoftherocknyc.com.
Un ascensor especial lo llevará vertiginosamente hasta el piso 67, donde se encuentra la Gran Habitación Panorámica, donde, en algunas oportunidades, se podrán realizar eventos privados.
