Durango

Una mujer de mucha ley

La Coordinadora de Servicios Operativos enfrentó el recelo y discriminación de sus compañeros por ser del sexo opuesto

El rol de la mujer ha dejado de ser el de sólo ama de casa, ha incursionado en diferentes ámbitos que antaño sólo eran exclusivos para los hombres, gobernadoras, policías, boxeadoras, futbolistas, entre otros. Y muy pocos imaginaban que una dama llegara a realizar este tipo de actividades.

Maricela de Alba Stevenson es una mujer sensible, pero a la vez enérgica, disciplinada y estricta, puesto que su trabajo se lo exige; es una dama que está dejando huella en la Policía Ministerial, y con su imponente presencia, desde 1990, ha venido desempeñando diferentes puestos, hasta llegar a ser coordinadora de Servicios Operativos en esa corporación.

Durante su trayectoria, supo combinar su trabajo con el estudio y, además, la formación de sus dos hijos.

Maricela nació en Torreón, Coahuila, pero al cumplir los dos meses de vida vino a radicadar a la capital duranguense; ?desde los 11 años, me llegó la inquietud de pertenecer a una corporación policiaca, yo veía a las patrullas y a los policías y me llamaban la atención, sentía admiración por el trabajo que realizaban?.

De una familia bastante reservada, donde ningún miembro había realizado este tipo de actividades, Maricela se aferró a ingresar a la Policía, aun sin el consentimiento de su madre, pues considera que esta vocación la lleva en la sangre y que es su vida; inclusive, dice que si llega a encontrar la muerte en el cumplimiento de su deber, bienvenida.

Narró: ?cuando yo tenía 16 años, pasé por las oficinas de la Policía, cuando estaban ubicadas en calle Aquiles Serdán, y observé una convocatoria para mujeres que quisieran ingresar a la Judicial, pero deberían ser mayores de edad, así que tuve que esperar un tiempo para inscribirme a la academia?.

?Mi familia nunca estuvo de acuerdo, mi mamá se enojó con migo y duró un año sin dirigirme la palabra, pero ahora ya lo entiende y sabe que este trabajo es lo que yo más quiero. Mis amigos también decían que yo estaba mal de la cabeza, pues se les hacía raro que me inclinara por esta actividad?, comentó.

TRAYECTORIA

Maricela, quien nació en 2 de julio de 1971, ingresó a la academia en 1990; su primera actividad fue en instituciones políticas y rápidamente fue cambiada al Grupo de Órdenes de Aprehensión, donde duró dos años. En ese tiempo, sólo había seis mujeres y alrededor de 420 hombres en la Policía Ministerial.

En 1992, fue cambiada al Grupo de Robos, donde permaneció poco tiempo, pues regresó a Órdenes de Aprehensión como comandante; en ese entonces, ella era la única mujer en esa área, recibiendo el reconocimiento de su corporación.

Después de dos años, con el cambio de sexenio, perteneció al Área de Homicidios, fungiendo como jefa de grupo, y posteriormente fue nombrada comandante de la Guardia A (en el edificio central), en menos de un años, regresó a Órdenes de Aprehensión y a la Guardia B.

Su buen desempeñó la llevó a formar parte de los comandantes de sector, trasladándola a Guadalupe Victoria, Guanaceví y después a Pueblo Nuevo.

Regresó a la ciudad de Durango en la Guardia B y en el año 2000 ascendió como comandante regional de la capital, donde tenía a su mando a 11 comandantes de grupo locales y seis foráneos.

La Policía Bancaria fue otro reto para Maricela, pues a demás de ser la comandante, combinó su trabajo con los estudios como auxiliar de Ministerio Público, realizó sus prácticas y trabajó en la mesa 11 de la Procuraduría.

Al término de sus estudios, fue asignada al Departamento de Asuntos Internos como agente del Ministerio Público; después fue jefa del Área de Visitaduría, en Contraloría Interna, y en la actualidad, desde el cambio de sexenio, se le da la oportunidad de ser coordinadora de Servicios Operativos de la Policía Ministerial.

EXPERIENCIAS

A Maricela le gusta su trabajo, ha participado en la detención de delincuentes en primero y segundo nivel, investigación y esclarecimiento de secuestros, y en cada uno de los puestos que ha dejado ha mantenido el orden y la disciplina.

?A mis compañeros yo los considero como hermanos; aunque existan diferencias entre nosotros por las diferentes formas de pensar o de criterios, somos como una familia. Cuando cae un compañero nos duele como la muerte del más cercano de los seres queridos, pues convivimos más tiempo aquí que en la propia casa?, señaló.

?Durante mi trayectoria como agente de la Policía Ministerial he tenido muchos enfrentamientos, cuando estuve como comandante en Pueblo Nuevo, debido a que los hombres son muy machistas seguido se registraban tiroteos, pues estaban midiendo fuerzas porque se les hacía raro que una mujer estuviera a cargo de la corporación?, indicó.

Añadió: ?en esa región tuvimos que enfrentar al 100 por ciento a los delincuentes, logrando ganarles la batalla cuando cayó uno de ellos que, por cierto, era buscado en el estado de Sinaloa, y estaba catalogado como un sujeto de alta peligrosidad?.

Una de las experiencia buenas que recuerda Maricela es cuando se suscitó un secuestro, donde una niña era la plagiada, hace aproximadamente siete años; comentó que es una de las satisfacciones que reciben en este oficio, pues se logró detener al sujeto que había privado de la libertad a la menor y entregaron a la pequeña a sus padres.

?Hay que ser muy astutos en esta profesión; cuando formaba parte del grupo de Órdenes de Aprehensión, teníamos que hacerle como pudiéramos para detener a una delincuente, y en ocasiones, utilizábamos nuestra condición de mujer y de manera coqueta envolvíamos al tipo hasta sacarlo de su domicilio y en ese momento mostrábamos la placa y con la ayuda de los compañeros hacíamos la captura?, explicó.

?En dos ocasiones casi me quiebran la nariz y los dientes, he tenido buenas y malas, hay veces que uno subestima a los delincuentes, no sabe que la familia se va a meter a defenderlo?, comentó.

?En esta labor, uno afecta muchos intereses, y me han querido hacer a un lado, me han ofrecido dinero cuando aseguramos droga o armas, pero eso conmigo no va, los he puesto a disposición del Ministerio Público?, agregó.

?El trabajo de investigación es muy interesante, en ocasiones de la más pequeña evidencia hay que sacar toda una línea de averiguación; inclusive, hemos logrado encontrar a un delincuente después que empezamos de cero, es decir, que no teníamos ni la más mínima prueba?.

RECHAZO

En cuanto a la discriminación por ser mujer, comentó: ?cuando recién entré, sí había algo de recelo, y mis compañeros como que me miraban feo por ser del sexo opuesto, pero poco a poco, con mi trabajo y los resultados que daba, me fui ganando el respeto de todos, se creó una confianza entre los agentes y logramos un buen ambiente de trabajo?.

?Reconozco que tuve en un tiempo fama de ser muy estricta y demasiado disciplinada, cosa que no le caía bien a todos, pues a mí me gusta ser seria en mi trabajo; cuando me mandan una cosa, a la primara vez lo hago, pero cuando a alguien se le ordena por segunda ocasión una tarea, es cuando considero que se está perdiendo el orden?, expresó.

Añadió que al inicio, cuando tenía a 14 elementos a su cargo, a algunos no les gustaba su forma de trabajar, pero cuando iba a dejar el grupo para fungir como Ministerio Público, todos los agentes le pedían que no dejara ese puesto, pues ya se había conformado un buen equipo ordenado y eficiente.

ESTUDIO Y TRABAJO

Fue un tiempo difícil cuando estuve trabajando y estudiando a la vez, comentó Maricela; ?entraba a la Policía a las 8:00 horas y salía a las 18:00, a la escuela iba de 18:00 a 22:00, regresaba a la oficina para ver los pendientes y me dormía como a la una de la mañana, y así eran todos los días. Aparte tenía que hacer mis labores en el hogar?.

?Fue una etapa muy difícil, pues tenía que utilizar hasta todos los minutos libres para estar con mis hijos. Los días de descanso los utilizaba completitos para ellos, no es justificable; además , el papá de los niños me apoyó mucho, ahora ellos entienden mi labor?. Agregó: ?el más grande de mis hijos dice que quiere ser policía como su mamá y el menor quiere ser millonario para sacar a su mamá de trabajar?.

Señala Maricela que existe una muy buena relación con sus hijos, pues intenta hablar mucho con ellos, y considera que van bien encaminados.

?Este trabajo es también incomprendido por los maridos, pues yo desde muy chica me casé y enviudé, después me volví a casar y me divorcié y en la actualidad tengo una pareja que me apoya?.

PUNTOS DÉBILES Y FUERTES

Maricela considera que la investigación es su mayor cualidad; ?soy muy terca y no paró hasta obtener el resultado, así me pueda tardar un año, pero no quito el dedo del renglón y logro resolver un caso?.

?Soy sensible por dentro , pero tengo mi carácter, soy enérgica, pues así debemos ser en nuestro trabajo, es como tener una caparazón. Al principio, cuando entré era más débil, pero conforme va uno involucrándose cambia la actitud?.

Añadió que ahora no tiene miedo a la muerte, pero no por eso se va a descuidar, exige mucha disciplina, habla de frente y no se queda callada nunca; inclusive, es catalogada como exageradamente estricta.

LAS DAMAS

Considera que la mujer se ha superado mucho en los últimos años, ya se ve en los ámbitos policiacos y en los deportes como el box y el futbol, es competente. En cuanto al hombre, considera que ambos son de reconocerse, pues cuentan con la misma capacidad.

Ahora hay tres compañeras que son jefes de grupo y cada día se ve a la mujer con una actitud más positiva. Sólo falta personal femenino en el Ejército, pues sólo hay en enfermería.

LA DELINCUENCIA

?La delincuencia nunca va a terminar, están al día, y a veces camina un paso más arriba que nosotros; sin embargo, la lucha en contra ellos debe ser constante para lograr ganarles la batalla?, enfatizó. Considera que muchos delincuentes provienen de familias donde se registra violencia intrafamiliar o desintegración, donde los menores toman traumas o enfermedades psicológicas, y cuando crecen pueden desarrollar violencia en contra de la sociedad.

Trayectoria

Durante 15 años, Maricela ha destacado en diferentes puestos en la Policía Ministerial

AÑO PUESTO

1990 Instituciones políticas.

1990 Grupo de Órdenes de Aprehensión.

1992 Grupo de Robos.

1994 Órdenes de Aprehensión, como comandante.

1996 Área de Homicidios, como jefa de grupo.

1997 Guardia A (en el edificio central), Órdenes de Aprehensión y Guardia B.

1998 Comandante de sector en Guadalupe Victoria, Guanaceví y Pueblo Nuevo.

2000 Comandante regional de la capital, Policía Bancaria.

2002 Departamento de Asuntos Internos y jefa del Área de Visitaduría.

2004 Coordinadora de Servicios Operativos de la Policía Ministerial.

FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.

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