La cárcel no ayuda a curar presos que padecen de sus facultades; los daña
El director del Hospital Psiquiátrico ?Dr. Miguel Vallebueno?, Manuel Salazar Enríquez, opina que se deben implementar las medidas necesarias para que los internos de los diferentes penales que no sean peligrosos, pero sufran de sus facultades mentales, puedan ser remitidos a una institución de salud mental, ya que las condiciones de la cárcel deterioran aún mas su estado.
Por su parte, Oliverio Reza Cuéllar, director del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) No. 1, asegura que cuentan con un pabellón especial para la atención de esta clase de internos, mismos que presentan en su mayoría esquizofrenia o cuadros sicópatas. A la fecha atienden a diez de ellos con su personal médico.
Además, cuando el caso lo amerita, los envían al Centro Federal de Atención Psicosocial a Personas con Problemas Mentales, ubicado en Morelos, tal y como sucedió el año pasado con seis reclusos que presentaban un grave deterioro mental.
Salazar Enríquez comenta que en varias ocasiones han apoyado al Cereso cuando algún interno atraviesa una crisis importante, por supuesto, con la custodia correspondiente. ?La ley menciona que cuando un individuo comete un delito de la naturaleza que sea y la persona está alterada de sus facultades mentales debe recibir un tratamiento especializado... en el Cereso no son las condiciones adecuadas, pues deberían estar en un hospital psiquiátrico?, añade.
El Hospital Psiquiátrico no tiene las medidas de seguridad necesarias, pero sí se debería trabajar al respecto por parte de la Comisión de Derechos Humanos, la Procuraduría General de Justicia, así como las demás instituciones involucradas para que las personas que están plenamente diagnosticadas con patologías tales como la esquizofrenia pasen a una institución mental, señala el especialista.
?Cuando se tiene una patología pero sí son de alta peligrosidad pues sí son enviados a Morelos, pero hay otro tipo que no dan problemas... casi siempre los esquizofrénicos terminan siendo abandonados por sus familiares?, dice.
Por su parte, Reza Cuellar asevera que no tienen problemas con los internos con estas características y que en realidad, dentro de una población de dos mil 323 internos, el porcentaje que padece estos males es mínimo. ?Tenemos dos psiquiatras, dos psicólogos... los internos que pueden van a la escuela, hay algunos que presentan periodos sobre todo de esquizofrenias; las trabajadoras sociales están al pendiente, el servicio médico también?, afirma.
Pero el penal no posee la infraestructura adecuada, así que acondicionaron un área ?en la medida de lo posible?para dar atención a los enfermos que cometieron algún ilícito.
Manifiesta que los padecimientos de los delincuentes datan de varios años y reconoce que si bien es cierto en ocasiones su estado empeora con el encierro, otros tantos evolucionan de manera favorable y que incluso, después de una valoración, pueden ser retornados a las celdas con sus demás compañeros.
Y sobre el lugar a donde remitieron a los duranguenses abunda: ?tienen personal especializado, recursos y se hizo para atender a todas esas personas que sufren de sus facultades mentales de los distintos Ceresos y Ceferesos de la República. Enviamos recientemente a seis internos que tenían problemas ya muy avanzados; el Consejo Técnico acordó hacer una solicitud al órgano desconcentrado para que fueran atendidos y serán tratados hasta su mejoramiento?.
DAÑO
El director del Hospital Psiquiátrico ?Dr. Miguel Vallebueno?, Manuel Salazar Enríquez, asevera que se combate la plaga de roedores que existe en los alrededores del nosocomio y que los animales no han atacado a persona alguna.
Dice que las ratas se incrementaron debido a los trabajos que se realizan para mejorar la infraestructura del sanatorio, pero ya comenzaron a quitar un depósito de chatarra que la propia Secretaría de Salud y otras dependencias establecieron a espaldas del inmueble que los alberga, lo cual favorece la propagación de esta plaga.