Aplica Estados Unidos acciones contra instituciones sospechosas de lavado de dinero.
AP
LONDRES, INGLATERRA.- La comunidad internacional debe fortalecer la guerra financiera contra el terrorismo e impedir que los grupos extremistas reciban dinero, dijo el subsecretario del Tesoro estadounidense John Taylor en una reunión de ministros de Hacienda realizado en Londres.
Taylor, que participa en el encuentro del Grupo de los Siete de países más ricos del mundo (G-7), dijo que se debe interrumpir el flujo de dinero destinado a organizaciones como Al Qaeda y Hamas.
“Cortando la columna vertebral financiera de los grupos terroristas e insurgentes, podemos obstaculizar y desbaratar sus ambiciones de corto plazo y al mismo tiempo destruir y desmantelar sus planes de largo plazo”, expresó Taylor.
“Obstaculizar los fondos de respaldan los esfuerzos terroristas puede llevar a la ruina de organizaciones terroristas”, sostuvo.
Estados Unidos ha incrementado las acciones contra instituciones financieras extranjeras sospechadas de lavado de dinero, y utilizando los poderes que le ha concedido la Ley antiterrorista los ha excluido del sistema financiero norteamericano.
De acuerdo con el texto de su discurso difundido por su oficina, Taylor le pidió a otros países que adopten medidas similares.
Desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, se han congelado en todo el mundo más de 140 millones de activos financieros que presuntamente pertenecían o respaldaban a grupos terroristas, dijo el departamento del Tesoro.
“Aunque hemos encontrado que esta herramienta es muy efectiva, sería con seguridad más efectiva si se empleara multilateralmente”, dijo Taylor, que en el encuentro reemplaza al secretario del Tesoro estadounidense John Snow, que padece una gripe.
“Hemos visto un éxito impresionante en nuestros esfuerzos colectivos de apuntar y frenar el financiamiento terrorista, y hemos aprendido mucho sobre los mecanismos que brindan los canales para la actividad internacional ilegal”, agregó.
“Estados Unidos cree que deberíamos aplicar estas lecciones y poner a nuestra disposición una serie de herramientas financieras para atacar el apuntalamiento financiero de todas las actividades ilícitas, incluyendo el crimen organizado, la cleptocracia, el tráfico de narcóticos y la proliferación de armas de destrucción masiva”, indicó.
Intercambio de información
El príncipe heredero de Arabia Saudita instó ayer a los países de todo el mundo a crear un centro internacional antiterrorista para compartir de manera rápida información, en una conferencia que busca combatir a la red Al Qaeda y otros grupos parecidos.
El príncipe Abdalá, el líder de facto de un país que lucha por contener ataques terroristas, expresó que un centro internacional de esas características podría permitir a funcionarios y expertos de todo el mundo “intercambiar información instantáneamente en respuesta a las demandas de la situación y a la necesidad de impedir incidentes, si Dios quiere, antes de que ocurran”.
Arabia Saudita ya estaría intercambiando información con Estados Unidos. Pero varias naciones occidentales han responsabilizado al reino de exportar el terrorismo y no informar abiertamente sobre las medidas que toma para desbaratar la estructura de Al Qaeda en su territorio.
La Conferencia Internacional Contraterrorista, en la que participan delegados de Estados Unidos, Gran Bretaña y más de 50 países, tuvo lugar en un inmenso palacio protegido por cientos de soldados que patrullaban sus alrededores.
El príncipe Nayef bin Abdel Aziz Al Saud, el ministro del Interior saudita que lidera las fuerzas de seguridad del país, dijo que se abortaron más de 50 ataques en operativos preventivos.
Nayef expresó que más de 90 terroristas han muerto y 17 han resultado lesionados en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad de los últimos dos años.
Indicó además que 22 ataques de milicianos mataron a 90 personas, 39 de ellas integrantes de las fuerzas de seguridad. Otras 720 resultaron heridas, incluyendo a soldados.
Manifestó que las pérdidas materiales de los ataques eran de aproximadamente 267 millones de dólares.
