SÚPLICA
Señor tú no permitas
que esta nueva ilusión
a nuevas citas
perturben mi razón.
Señor tú no permitas
que aliente esta pasión
y que acuda gozosa a nuevas citas
temblando de emoción.
Añoro la ternura de sus brazos
rodeando mi cintura con amor
añoro la dulzura de sus besos
que en mis labios dejaron su calor.
Añoro aquellas tardes junto al río
viendo el agua pasar
su cuerpo muy cerquita al cuerpo mío
casi sin respirar.
Su mano acariciando con ternura
mis manos sin cesar
sintiendo de la brisa la frescura
nuestras frentes rozar.
Y nosotros callados, silenciosos
mirándonos nomás
sintiéndonos felices, venturosos
gozando nuestra paz.
Señor, yo me estremezco
tan sólo de pensar
que de nuevo otra vez le pertenezco
como una ola al mar.
Señor, siento en mis venas
un fuego abrasador
y al calor de ese fuego olvido penas,
sinsabores, tristezas y dolor.
Pero estoy al ocaso de mi vida
mi tiempo ya pasó
recuérdame Señor si se me olvida
que por otra ingrata me dejó.
No permitas que de nuevo vaya
a los brazos de aquél que me engañó.