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FORT LAUDERDALE, FLORIDA.- La Organización de los Estados Americanos (OEA) será en el futuro mucho más una ?Organización en Estado de Alerta?. Los cancilleres de sus 34 gobiernos miembros le dieron el mandato de mantenerse en vigilancia para detectar y neutralizar tempranamente indicios que pudieran perfilarse como potenciales focos de crisis de las democracias en la región.
La apertura que Estados Unidos avizoraba en ese nuevo papel para las organizaciones civiles se ha plasmado también en Fort Lauderdale. ?Estamos ahora más preparados para defender nuestra democracia en las Américas?, dijo un somnoliento y agotado subsecretario de Estado, Roger Noriega, hablando a reporteros en la madrugada de ayer.
La reunión terminó seis horas después de lo anunciado en agenda.
En la XXXV asamblea general ordinaria de cancilleres se han tomado más de medio centenar de decisiones, pero sólo dos de ellas fueron la columna vertebral del debate: La Declaración de Florida y la resolución promovida por Chile para la ?Promoción y cooperación regional para la aplicación de la Carta Democrática Interamericana?.
La activación de la alerta se hará usando órganos y funcionarios ya existentes en la OEA. El propósito es anticiparse a situaciones que pudieran afectar ?el desarrollo del proceso político institucional y democrático? de sus miembros, dice la declaración.
El secretario general José Miguel Insulza, que asumió el cargo apenas 12 días atrás, ha salido fortalecido. En adelante, Insulza será el centinela mayor del sistema democrático interamericano, y generará acción en coordinación directa con el Consejo Permanente de embajadores de la OEA cuando detecte un motivo de alerta.
El propósito es elaborar ?propuestas de iniciativas de cooperación oportunas, eficaces, y equilibradas y graduales? para acudir en ayuda de los gobiernos.
DERROTA DE BUSH Y RICE `
El presidente George W. Bush y la secretaria de Estado Condoleezza Rice fueron derrotados al tratar de imponer la propuesta de promover la creación de un mecanismo interamericano de supervisión de las democracias, afirmó ayer el vicepresidente José Vicente Rangel.
Rangel indicó que no fueron derrotados ni el embajador estadounidense ante la OEA, John Maisto, ni el subsecretario de Estado Roger Noriega, sino ?fue una derrota de Bush, y una derrota de Condoleezza Rice?.
Expresó que ambos ?no pudieron imponer los puntos de vista que llevaban, es decir, esa especie de intervención disfrazada que plantearon y que fue rechazada por la mayoría?.
Los 34 gobiernos que integran la Organización de Estados Americanos, (OEA) en la asamblea en Florida encomendaron a su secretario general elaborar ?propuestas de iniciativas de cooperación oportunas y eficaces, equilibradas y graduales, según corresponda, para abordar situaciones que pudieran afectar el desarrollo del proceso político institucional democrático o el legítimo ejercicio del poder?.
No se consideró un papel preventivo de la OEA como propiciaba Estados Unidos.