Advierten pérdidas entre tres mil 300 y cuatro mil 900 millones de dólares.
Agencias
MÉXICO, DF.- La industria mexicana del plástico vislumbra un futuro catastrófico si se sigue aplazando el proyecto Fénix, la iniciativa más ambiciosa del sector petroquímico, que ha sido aplazada por disputas sobre el precio de la materia prima.
“Sin el proyecto Fénix la industria del plástico perderá entre tres mil 300 y cuatro mil 900 millones de dólares anuales en valor de su producción, se perderán también entre mil 100 y mil 800 millones de dólares anuales en valor de las exportaciones previstas entre 2007 y 2013”, dijo en rueda de prensa Horacio Lobo, presidente de la Asociación Nacional de Industriales del plástico (ANIPAC).
El proyecto Fénix, anunciado en octubre de 2004 y que implica la creación de la segunda fábrica de etileno en el mundo y de una de las más importantes de polietileno y polistireno, representa la primer alianza de alto nivel entre la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) y la iniciativa privada, para satisfacer el déficit de productos petroquímicos en el país.
Es un proyecto conjunto de Pemex, la canadiense Nova Chemical y los mexicanos Indelpro y Grupo Idesa, que implica una inversión inicial de dos mil millones de dólares, con lo que se crearían hasta diez mil empleos, según información de la petrolera.
Desde abril pasado el plan se demoró bajo el argumento de que se estudiaría su impacto económico, y en julio se aplazó su definición por un conflicto entre los inversionistas, la secretaría de Hacienda y Pemex.
“Los industriales que harían inversiones en el Fénix piden un descuento de 15 por ciento en el precio de la materia prima, (...) según la Secretaría de Hacienda por esto se tendría una reducción de ingresos de 60 mil millones de dólares anuales, y en el peor de los casos de 80 mil millones”, explicó el presidente de la ANIPAC.
Sin embargo, esas pérdidas impositivas de Hacienda “no contemplan el beneficio que está alrededor del proyecto, que incluye más Impuesto sobre la renta (ISR), generación de empleos y reducción de importaciones” en la industria del plástico, agregó el ejecutivo.
Sin el proyecto Fénix, “la misma secretaría de Hacienda verá mermada la recaudación del ISR en nueve mil y mil 100 millones de pesos anuales (entre 857 y 104.7 millones de dólares)”, debido a la pérdida de más de 32 mil empleos, de acuerdo con una proyección hecha por la ANIPAC.
De no llevarse a cabo el proyecto, a más tardar en 2007 “desaparecerán en Estados Unidos y Canadá buena parte de los excedentes de materias primas plásticas con los que nos abastecemos”, apuntó Horacio Lobo. A partir de ese año, los transformadores del plástico en México tendrían que pagar entre ocho y 12 veces más por sus insumos.
“Con todo lo anterior, podemos afirmar que no llevar a cabo el proyecto Fénix tendrá costos muy superiores al supuesto ‘costo fiscal’ estimado por la Secretaría de Hacienda”, concluyó el presidente de la ANIPAC. De acuerdo con los responsables del proyecto, la evaluación de éste se podría concluir a finales de agosto.
Nueva central eléctrica
Un consorcio integrado por las españolas Iberdrola y Gamesa Eólica ganó la licitación para construir una central eolo-eléctrica en el sureste de México con una inversión de 111.4 millones de dólares, informaron ayer fuentes oficiales.
La empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó en un comunicado de que la central denominada La Venta II se ubicará en la región del Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca.
Precisó que la nueva instalación que aprovechará la energía del viento forma parte de sus programas de diversificación energética y tendrá una capacidad para generar 85 megavatios.
La CFE indicó que este proyecto se desarrollará bajo el esquema de obra pública financiada, se construirá en un plazo de 419 días naturales y el arranque de operaciones está previsto para el 1 de noviembre de 2006.
La CFE indicó que el proyecto eolo-eléctrico no requiere de la combustión de hidrocarburos ni genera emisión de gases a la atmósfera. Por cada 100 megavatios instalados se ahorraría la combustión de 1,1 millones de barriles anuales de petróleo y se evitaría la emisión de 250 mil toneladas anuales de dióxido de carbono.
La nueva central eolo-eléctrica se sumará a la primera central La Venta que comenzó a operar en noviembre de 1994 y contribuirá a diversificar las fuentes de energía y preservar el medio ambiente.
